Porque las perritas también merecen cuidados sexuales, un académico chileno acaba de inventar la vacuna anticonceptiva canina con duración de un año por dosis, sin efectos secundarios en los animales.
De acuerdo a un comunicado emitido el pasado 1 de octubre por la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile, el profesor Leonardo Saenz llegó a este resultado mientras buscaba una vacuna para cerdos, pero en el proceso se vio obligado a probarla en perros, y ahora está en las últimas pruebas antes de su comercialización.
La vacuna consiste en una proteína recombinante que induce la formación de anticuerpos, los cuales se unen a la hormona liberadora de gonadotrofina, responsable del inicio del ciclo reproductivo en los animales, bloqueando su actividad y que provoca una ‘inmunocastración’, muy parecida a lo que vendría siendo una castración quirúrgica, pero sin serlo, explica Saenz.
Lo mejor es que esta opción de control de la natalidad para perros, que ya fue patentada en Chile, no produce los efectos secundarios de otros métodos, como la castración química o anticoncepción hormonal, tampoco requiere postoperatorio, como la esterilización quirúrgica, y su valor en el mercado será similar al de otras vacunas aplicadas a animales domésticos.
Además, el maestro dijo que el producto «funciona igual para machos y hembras y es reversible. Muchas veces a la gente le gustaría que su animal en algún momento se reprodujera y esas son las personas que no los esterilizan».
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