Claire Henderson, una joven madre acaba de publicar en su perfil de Facebook el duro proceso que tuvo que enfrentar luego de que una visita contagiara a su bebé de herpes, tras darle un beso.
La pequeña Brooke estuvo hospitalizada cinco días bajo el riesgo de desarrollar daño cerebral o insuficiencia hepática después de que su madre la llevó al hospital guiada por las recomendaciones de un amigo médico que le dijo que, de no internarla, la recién nacida podría morir.
Al revisar las llagas que brotaron en el rostro y garganta de la menor, los médicos realizaron el diagnostico de «herpes simple» (HSV-1), pese a que la persona que la contagió no presentaba ningún síntoma visible.
En la publicación, la mujer aconseja a los padres que no permitan que sus recién nacidos sean cargados por externos:
«Sé que esto suena muy alarmista, pero si mi amigo no me hubiera hablado de lo grave de los síntomas de mi pequeña, las consecuencias habrían sido fatales. Me di cuenta de los signos temprano y hemos estado en el hospital por tres días.
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