Una investigación publicada en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ ha detectado que algunos individuos expuestos al VIH-1, pero que permanecen sin estar infectados, tienen un cierto patrón de respuestas inmunes específicas del virus que los diferencian de las personas que se infectan.
Los hallazgos se basan en investigaciones previas mediante el estudio de estas respuestas en el contexto de un ensayo clínico controlado, en el que se examinó a un gran número de temas, y por el acceso a muestras guardadas antes de que se infectaran. En el futuro, esta información podría utilizarse para evaluar el riesgo de infección por VIH-1 o aportar información para el diseño de una vacuna preventiva del VIH-1.
Este nuevo trabajo, coescrito por el investigador de la Universidad George Washington (GW) Douglas Nixon, y sus colegas en la UCSF, USP en Brasil, y los Institutos Gladstone, en Estados Unidos, analizó los datos del estudio ‘Re-exposure Prophylaxis Initiative (iPrEx)’, el primer ensayo controlado aleatorio de la profilaxis durante la preexposición (PrEP) en los seres humanos.
El resto de las muestras del ensayo se utilizaron para estudiar la inmunidad de forma natural o inducida de la infección por VIH-1. Los que se infectaron careciendo de respuestas a dos proteínas del VIH-1, un hallazgo que sugiere que tales respuestas inmunes pueden desempeñar un papel en el bloqueo de la infección sistémica después de la exposición al virus.
«La investigación ha demostrado que las respuestas de las células T se pueden observar en personas no infectadas pero viralmente expuestas», destaca el doctor Nixon, presidente del Departamento de Microbiología, Inmunología y Medicina Tropical y Walter G. Ross, profesor de investigación de Ciencia Básica en la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de GW.
Una pregunta sin una respuesta aún
«La pregunta que ha quedado sin respuesta es si estas respuestas de las células T podrían proteger a las personas de contraer la infección sistémica por el VIH. El rigor del ensayo iPrEx controlado con placebo nos dio acceso a los datos y las muestras necesarias para hacer frente a esa cuestión», agrega este experto.
Usando muestras del ensayo iPrEx, el equipo de investigación comparó las respuestas inmunitarias montadas contra una variedad de antígenos de VIH-1 por las muestras de células mononucleares de sangre periférica: se recogieron 84 muestras antes de la infección de hombres que se convirtieron en VIH-positivas y 480 muestras de hombres que permanecieron VIH negativas durante todo el ensayo, incluyendo aquellos que recibieron fármaco o placebo.
Las respuestas de las células T contra ciertos antígenos del VIH-1 fueron significativamente mayores y más frecuentes entre los que permanecieron no infectados en comparación con aquellos que se convirtió en VIH-positivos y estas respuestas se vincularon con un menor riesgo de infección.
«El ensayo iPrEX mostró que la profilaxis preexposición (PrEP o) con emtricitabina y el fumarato de disoproxilo de tenofovir (nombre de marca ‘Truvada’ en Estados Unidos) fue altamente eficaz para la prevención del VIH», señala el doctor Robert Grant, de los Institutos Gladstone.
«Ya sea tomando el fármaco o el placebo, las respuestas inmunes observadas estaban todavía presentes, por lo que el beneficio de protección que vimos con PrEP no se debía a estas respuestas inmunes. El descubrimiento de que la inmunidad celular se correlaciona con el riesgo de infección por el VIH es distintivo y muy emocionante. Espero proporcionar pistas que conduzcan a una vacuna contra el VIH», agrega.
«Demostrar la protección del VIH asociada con la vacuna o, como en este caso, la inmunidad inducida por la exposición es un listón muy alto de alcanzar. Nuestros resultados indican que el sistema inmunológico del huésped interactúa con el virus o sus proteínas más comúnmente lo que se pensaba, generando inmunidad inducida de forma natural en forma de respuestas de las células T que contribuyen a un estado negativo persistente del VIH en algunas personas expuestas. Sólo con investigación adicional se puede realmente saber si estas respuestas inmunes pueden ser inducidas por un candidato de vacuna y si las respuestas inducidas por vacunación proporcionan protección», apunta Esper Kallas, de la USP y coautor del manuscrito.