En el barrio Santa Ana Sur, en Managua, una joven y sus dos pequeños niños tuvieron que salir corriendo pidiendo ayuda al escuchar el sonido de chisporroteo que provenía del lado de la cocina y percibir un sofocante hedor a quemado.
Los vecinos al escuchar los desesperados pedidos de auxilio de la muchacha identificada como Romelia Canil, tomaron un extintor para incendios con el que lograron apagar las llamas que aparentemente salían de la parte de atrás de una refrigeradora, la cual quedó parcialmente combustionada, así como otros artículos de línea blanca. El hecho ocurrió la tarde del miércoles.
"Estaba en el mi cuarto con mis dos niños y de repente escuché como unas pequeñas explosiones al lado de la cocina y a sentir un fuerte olor a quemado. Me levanté para ver qué pasaba y pude ver que las chispas salían detras de la refrigeradora y tuve que salir corriendo con mis dos niños a llamar a mis vecinos, porque me dio mucho miedo", explico Canil, quien estaba sola al momento del incidente.
Para suerte de los propietarios del inmueble, la rápida intervencion de los habitantes evitó que las llamas se extendieran más allá del área afectada, además porque se tuvo que forzar la puerta de uno de los cuartos que colinda con la cocina.
El siniestro también pudo evitarse con ayuda de un equipo del Benemérito Cuerpo de Bomberos que se apersonó a la vivienda ubicada del costado sur del Arbolito do cuadras abajo, en el Distrito II de Managua.
"Pudimos constatar que los vecinos habían logrado apagar el fuego, cuyo foco de inicio estamos comenzando a averiguar. Lo que sí podemos asegurar es que el conato dio inicio en la cocina donde todavia se puede ver un espeso humo debido al polvo tóxico, pero por lo demás ya está todo controlado y sin afectaciones a personas o animales de la casa", explico Jorge Berríos, subteniente del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Managua.
Las pérdidas materiales aún no se conoce a cuánto podrían ascender económicamente.