A eso de las 8:30 de la noche de este lunes se registró un hecho bastante inusual. Un señor de 46 años de edad decidió acabar con su vida ingiriendo pastillas a base fosfina, pero lo hizo de una manera poco común.
Resulta que el hombre identificado como Francisco Castillo Campos es habitante de una comunidad del municipio San Rafael del Norte, en el departamento de Jinotega, y había llegado a Estelí a realizar diligencias personales y familiares, pero al parecer decidió "echarse" una cervecitas bien frías para relajarse pero con la idea que debía regresar a su lugar de origen.
Una vez se dio cuenta que el tiempo para abordar el autobús lo vencía y que en el bolsillo ya no tenía suficiente para seguir tomando, emprendió su viaje de regreso y abordó una unidad de bus que cubre la ruta Estelí – La Concordia, subió como si nada pero lo que no sabían el resto de pasajeros es que Francisco había ingerido "pastillas para curar frijoles".
Una vez el autobús emprendió su marcha hacia el departamento de Jinotega, unos cinco kilómetros habrían recorrido cuando el pasajero en mención empezó a vomitar dentro de la unidad. Los pasajeros se sorprendieron pues aducían que iba demasiado borracho y que por eso estaba en esa situación, por lo que decidieron dar aviso al conductor y éste detuvo la marcha para conocer lo que estaba pasando.
Al enterarse de la situación dieron aviso a la Cruz Roja Nicaragüense, filial Estelí, quienes llegaron de inmediato para atender al paciente que ya presentaba un estado de salud muy delicado. "Lo estabilizamos y luego lo trasladamos aún con vida al hospital de referencia regional San Juan de Dios de Estelí, donde los galenos de turno le dieron la atención que se requería, pero estaba muy delicado", acotó Gustavo Olivas, técnico en urgencias medicas de la Cruz Roja Esteliana.
Los médicos de turno de este centro asistencial le habrían practicado lavados estomacales, al menos tres, pero el estado era bastante grave debido a que fueron tres las pastillas que ingirió, según lo que él mismo habría manifestado a los técnicos en urgencias médicas, razón que lo llevó a la muerte.
Francisco Castillo Campos de 46 años era originario de la comunidad Namanjí perteneciente al municipio San Rafael del Norte. Su cuerpo fue retirado a la medianoche de la morgue de este centro asistencial y luego trasladado por sus familiares hacia la comunidad antes mencionada para darle su debida sepultura. La gran pregunta que queda ahora es… ¿Por qué decidió tomar esta fatal decisión?