Los bailes folclóricos eran su pasión. Filadelfo Martín Pérez salió de su casa como todos los domingos tras estos bailes que con algarabía recorren las calles de Masaya, pero ya no pudo regresar a su hogar con vida por la persona que manejaba una camioneta blanca, la cual sin el más mínimo remordimiento lo atropelló y lo dejó tendido en un charco de sangre a su suerte.
"Dicen que fue horrible el ruido que se oyó. Como es cerca, con mucha prisa llegué al lugar y lo encontré tendido sangrando mucho en su cabeza. Me dijeron que no lo tocara, porque que iba a llegar la policía y la Cruz Roja llegó primero… me fui con él al hospital, muy fracturada su cabeza, la llevaba muy suave, sangraba por los oídos, su nariz… llegamos al hospital, los médicos lo atendieron le pusieron ventilador y él sobrevivió más de dos horas, porque los médicos me explicaron que no había necesidad de llevarlo al (Hospital) Lenín (Fonseca) porque él ya tenía muerte cerebral y que el ventilador lo iba a mantener hasta que el cuerpo decidiera", mencionó entre lágrimas y su voz entre cortada Josefa Ruiz, madre de la víctima.
"Conozco lo que la policía maneja, porque ellos fueron los que me informaron que es una camioneta blanca, HIlux, doble cabina y que la manejaba una señora y que ella iba muy rápido, no se detuvo y como ya estaba sola la calle no le tomaron la placa", agregó Doña Josefa.
Filadelfo era miembro del grupo filarmónico Pinoleros, a quien lo recuerdan como un joven lleno de carisma, amante de la marimba y el son de los chicheros así como del baile.
"Era integrante del grupo Pinoleros hace 14 años, nos acompañó y siempre llevaba la bandera del grupo. Era un jovial, se mantenía bailando con todas las reinas, amante del folclore, amante de los bailes de negras y todo lo que es cultura de Masaya. Nos golpeó fuerte, estuvimos gozando con él en menos de 24 horas… primero queremos que la policía investigue el caso, segundo a la persona que hizo eso creo tiene un cargo de conciencia enorme, por lo menos que dé la cara", dijo Enrique Campos, amigo de la víctima.
En la escena trágica, ocurrida en el barrio Países Bajos de Masaya, únicamente quedó un zapato del popular joven y las manchas hemáticas en el asfalto. La policía de esta ciudad se encuentra tras la pista del desalmado conductor.