El papa Francisco expresó el miércoles sus condolencias por el asesinato de dos sacerdotes en el estado mexicano de Veracruz.
Una carta del Vaticano dice que los reverendos Alejo Nabor Jiménez y Alfredo Suárez de la Cruz fueron «víctimas de una inexcusable violencia».
La Conferencia del Episcopado Mexicano colocó la misiva su portal de internet el miércoles y está firmada por el cardenal Pietro Parolin, secretario de estado del Vaticano.
Los curas fueron vistos por última vez con vida el domingo en la ciudad de Poza Rica. Sus cadáveres acribillados fueron hallados al día siguiente junto a una carretera a kilómetros (millas) de la ciudad.
Las autoridades en Veracruz creen que los sacerdotes conocían a sus atacantes y estuvieron bebiendo con ellos. Pero algunos de los feligreses de su iglesia se muestran escépticos. Dicen que el crimen organizado plaga Poza Rica, con asesinatos y desapariciones.