Abogados paquistaníes lloraban el martes a sus compañeros fallecidos en un ataque suicida la víspera en la ciudad de Quetta, en el suroeste del país, que se cobró la vida de 70 personas, en su mayoría letrados.
El veterano abogado Mohammad Ashraf dijo el martes que los letrados celebrarán también manifestaciones por todo el país para condenar el asalto.
El ataque del lunes se produjo cuando un grupo de abogados acudió a un hospital de Quetta al que se había trasladado el cadáver de uno de sus compañeros más conocidos Bilal Kasi, presidente de la asociación de letrados de la provincia de Baluchistan. Había sido baleado y abatido unas horas antes.
El colegio de abogados de Pakistán pidió boicotear el funcionamiento de los tribunales en protesta por el ataque.
Escuelas y mercados permanecieron cerrados en Quetta como muestra de repulsa por el atentado, que fue reivindicado por una facción escindida de los talibanes paquistaníes, el grupo insurgente Jamaat-ul-Ahrar.