De su taller disimulado hábilmente en un almacén cerca de París, el más importante descubierto en Francia, salieron entre 2007 y 2012 unos 10 millones de euros en billetes falsos: Dominique Patrom fue condenado el jueves a ocho años de cárcel.
El tipógrafo de 59 años, que ya había tenido dos condenas y la tercera podía ser la cadena perpetua, podrá salir en libertad en un plazo de cuatro años, según su abogada, Marie-Laure Barré.
En 2012, la policía buscaba la fuente de billetes falsos de 20 euro y los encontró debajo de una rampa por la que salían los vehículos de un sótano.
En ese sótano, de 40 metros cuadrados, encontraron impresoras, dos máquinas tipográficas que Heidelberg había «amañado», declaró un policía ante el tribunal. Máquinas que en total pesan tonelada, «necesitamos grúas para sacarlas».
Una servía para el hilo de seguridad y la filigrana de los billetes, la otra para darle el toque de calor.
Dominique Patrom, apodado «El artista», afirmó que desconocía la magnitud de su producción. En total, 374.000 billetes de 20, 50.000 de 50, según la acusación. «Me pregunto por qué no tengo dientes de oro», bromeó. «Llevo una vida mediocre, a descubierto», con un coche que tiene doce años y marca 500.000 en el cuentakilómetros, explicó.