Han pasado dos meses desde la trágica muerte del niño de cuatro años de edad, Miguel Ángel Sarmiento, quien pereció producto de un impacto de bala alojada en su pecho, la que fue detonada en una riña callejera, hecho que se dio en el barrio San Francisco, de Masaya.
Su padre con el recuerdo presente de su pequeño cada día pide a Dios consuelo, sin embargo, no logra la paz en su corazón, pues aún no se logra la captura del asesino y se abstiene de hacer justicia con sus manos, enfatiza Miguel Sarmiento.
El acusado Julio Cesar Pérez Quintero, tal parece que está escondido debajo de las piedras, este sujeto figura entre las 10 personas más buscadas por la Policía Nacional, así como su nombre fichado por la INTERPOL, el jefe de la institución del orden público en Masaya comisionado Mayor, Marlon Sevilla, destaca que el caso está resultó, pero para lograr la captura de este prófugo es necesario la colaboración de la población.
La riña en la que pereció el infante se dio la noche del 26 de febrero, como los protagonistas figuraban sus tíos José Luis y Yader, ambos Barahona Gómez, al ofender a su vecino Quintero este respondió con varias detonaciones del arma que portaba.
Sarmiento confía en la justicia divina pues de esta nadie se salva, sin embargo, apela a las autoridades del país para lograr justicia terrenal.