Un funcionario del gobierno egipcio culpó a los dibujos animados de «Tom y Jerry» por diseminar una cultura de violencia.
Las acusaciones de Salah Abdel-Sadek, jefe del Servicio de Información del Estado, afiliado a la presidencia, surgieron en un foro en El Cairo esta semana.
Abdel-Sadek les dijo a académicos, especialistas en los medios de comunicación y figuras públicas que estaban reunidos para discutir la violencia que la culpa era de videojuegos y dibujos animados.
Dijo que los niños ven a Tom y Jerry «golpearse y detonar explosivos» y «en sus mentes es algo normal».
Las declaraciones contrastan enormemente con la realidad en Egipto.
El país está sumergido en una violenta insurgencia islamista y regularmente vive duras medidas represivas de las agencias del orden contra las protestas. Miles de disidentes políticos están presos.