La virginidad en las mujeres es un tema "delicado" a nivel mundial ya que se mantienen muchos mitos alrededor de este tema, por ejemplo que las damas deben de llegar virgen al matrimonio.
El himen (así como el clítoris) es una parte del cuerpo femenino que está cargada de mitos y desinformación. Si alguna vez te has preguntado exactamente qué es el himen y por qué la sociedad le da tanta importancia, esta información te será de utilidad.
¿Qué es el himen? ¿Qué hace?
El himen es una membrana que se localiza en la entrada exterior de la vagina. Este tejido suele tener una o varias aberturas para permitir la salida del flujo menstrual. Aunque la forma del himen varía de mujer a mujer, por lo general se identifican cuatro tipos de hímenes:
-El anular, que sólo tiene una abertura.
-El septado, que presenta dos aberturas o más de dos.
-El imperforado, que está completamente sellado.
-El microperforado, cuya única abertura es más pequeña de lo usual.
Aunque también existen clasificaciones de acuerdo con la forma de la abertura (como larga o en forma de media luna), la clasificación expuesta por SexInfo Online nos permite comprender que no todos los hímenes son iguales. Tampoco en sus características físicas, porque tanto el grosor como la flexibilidad varían entre personas.
En el caso del imperforado o microperforado, las mujeres deben visitar al ginecólogo para que este corte una abertura para que la menstruación salga.
La función que desempeña el himen todavía es un misterio para la ciencia. Como mencionó la Universidad de California, una hipótesis es que existe para proteger la entrada de la vagina durante los primeros años de vida de las mujeres.
Aunque aún no se descubre su función biológica, las propuestas tienden a girar en a la protección de los genitales femeninos ante agentes externos. A pesar de ello, en la sociedad se suele creer que el himen cumple una función sexual, que sirve para comprobar la virginidad y "pureza" de las mujeres. Pero la realidad está muy lejos de dicho camino.
El himen y la virginidad
En diversas culturas, se cree que un himen intacto es símbolo de fidelidad y castidad. La realidad, es un mito que el himen siempre se rompa cuando una mujer tiene su primera relación sexual. Como asegura el especialista en sexualidad, Michael Castleman, el himen se puede rasgar tanto por motivos sexuales como no sexuales. Auto–exploración, masturbación, actividad física, mientras se limpia la zona o incluso durante una caminata. La abertura puede agrandarse por diversos factores, no sólo debido al coito.
Es más, a veces ni siquiera la penetración con el pene logra romperlo (es decir, ni siquiera TIENE que hacerlo). Según la Fundación Médica de Palo Alto, con una buena lubricación y suficiente relajación, la entrada del himen puede estirarse, lo que permite la relación sexual sin necesidad de un desgarro. Incluso después del parto, pueden permanecer algunos restos de la membrana, como mencionó la Universidad de California.
Por ello también es falso que "la primera vez" siempre duela por la ruptura del himen. Michael Castleman explicó que tanto el dolor como el sangrado también se deben a la falta de lubricante y a los nervios, ya sean desencadenados por un encuentro no consensual o simplemente a no sentirse preparadas aún.