Este 1 de diciembre es el Día Mundial del Sida y busca generar conciencia en diversos países sobre la importancia de prevenir ser infectado del VIH y que sea detectado de forma rápida.
Según datos que publicó Onusida, en el año 2016, casi 1,8 millones de personas fueron infectadas por el VIH, virus del sida. Si se saca una media, por cada 17 segundos, una persona es infectada en el mundo, calculando 5 mil al día.
Si bien los casos de nuevas infecciones han ido disminuyendo cada vez más y de 2010 a 2016 pasó de 1,9 millones a 1,7 millones, África continúa concentrando la mayor cantidad de nuevos casos, siendo equivalente a 2 de cada 3. Cabe señalar que la disminución en África se debe a los análisis que se realizan las mujeres cuando se encuentran embarazadas y los tratamientos antirretrovirales, que impiden que el VIH pase de las madres a los hijos.
Un cambio significativo fueron los casos de nuevas infecciones en niños. De 2010, pasó de 300 mil a 160 mil en 2016. Además, es importante señalar que las muertes que fueron consecuencia de enfermedades adquiridas luego de que las personas estén infectadas por el VIH, disminuyeron casi en su mitad desde el 2005 hasta el 2016.
Según la Onusida, el sida ha matado a 35 millones de personas en todo el mundo, desde que empezó la epidemia en 1981.
Por otro lado, de acuerdo con un estudio publicado por los investigadores del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades, la incidencia del VIH aumentó en un porcentaje alarmante en las personas mayores.
¿Cómo llegaron a esa conclusión?
Esta investigación, publicada por la revista The Lancet, afirma que la tasa de enfermos de SIDA mayores de 50 años se incrementó notablemente. El diagnóstico se realizó en 31 países entre los años 2004 y 2015. Las cifras fueron alarmantes, pues mientras en el 2004 la cantidad de enfermos mayores de 50 años alcanzaba a uno de cada 10, en una década se incrementó a 1 de cada 6 individuos.
Esto significa que hubo un aumento significativo de nuevos casos. Además se encontró que las personas mayores de 50 años tienen más posibilidades de ser diagnosticadas cuando la enfermedad ya está avanzada, lo cual hace muy difícil la posibilidad de que tengan un tratamiento que la «frene».