El embarazo es el mejor momento para experimentar todos los beneficios de caminar. Hacerlo es seguro durante todo el periodo —siempre y cuando no haya un exceso y exista un control médico—. Al caminar te sientes más activa y es una rutina de ejercicio corporal completa. ¿Estás aprovechando de sus maravillosos beneficios?
1. Controla el peso
Caminar ayuda a mantener tu peso y el de tu bebé bajo control. Si el bebé tiene un peso adecuado, luego el trabajo de parto será más fácil.
2. Disminuye el riesgo de diabetes gestacional
Cuando caminas mantienes el peso bajo control y de esa manera reduces el riesgo de desarrollar diabetes gestacional. Los niveles altos de azúcar en la sangre hacen que exista un mayor riesgo de diabetes después del parto.
3. Disminuye el riesgo de tener preeclampsia
La preeclampsia es una complicación que puede surgir durante el embarazo. Sucede cuando hay presión alta y un exceso de proteína en la orina.
Cuando caminas reduces el colesterol y logras equilibrar el nivel de presión arterial, disminuyendo el riesgo a tener preeclampsia y por ende que tengas un parto prematuro.
4. Reduce el estrés
Una embarazada tiene cambios de humor repentinos, puede pasar de la felicidad a la euforia y a la tristeza en cuestión de minutos. Esos cambios bruscos pueden hacer que te sientas estresada, y caminar —como cualquier otro ejercicio— libera endorfinas, la «hormona de la felicidad», que te ayudarán a controlar el humor y reducir el estrés.
5. Aumenta las posibilidades de un parto normal
Caminar durante el embarazo aumenta la flexibilidad y los músculos de la cadera. Una excelente manera de ayudar a que el parto sea fácil, rápido y sin dolor. Caminar temprano en la mañana es más útil para un parto natural.
¿Cuánto se recomienda caminar durante el embarazo?
Si tenías la costumbre de caminar regularmente antes de quedar embarazada, continúa haciéndolo como antes (si tienes un embarazo sin complicaciones).
Si no solías caminar, comienza con 15 a 30 minutos de caminata, 3 días a la semana y luego hasta 60 minutos. Puedes continuar ejercitando hasta el tercer trimestre e incluso después del parto, siempre que te sientas cómoda y no hayas tenido ninguna complicación.