Muchos nutricionistas sitúan a las papas fritas a la cabeza de la lista de 'alimentos prohibidos'. Un nuevo estudio indica que pueden ser mucho más perjudiciales de lo que se pensaba.
Un nuevo estudio, publicado en la revista 'The American Journal of Clinical Nutrition', revela que existe relación entre el consumo regular de papas fritas y un mayor riesgo de muerte.
Así, un equipo internacional de científicos de EE.UU., Italia, España y Reino Unido ha estado haciendo un seguimiento de la dieta de 4.440 personas con edades comprendidas entre los 45 y los 79 años. Concretamente, se les pedía rellenar regularmente un cuestionario sobre la cantidad de papas (fritas o no) que consumían. Durante los 8 años que duró el estudio longitudinal, murieron 236 personas.
Los investigadores concluyeron que el consumo de papas fritas (también en forma de panqueques) al menos dos veces por semana aumenta en más de dos veces el riesgo de muerte. El estudio destaca que el estado de salud de aquellas personas que comían papas cocidas al horno o que las añadían a la ensalada era mucho mejor.
"Las papas fritas son un alimento que proporciona gran cantidad de calorías, sodio y a veces grasas trans, pero aporta una nutrición mínima", explica la dietista Jessica Cording. Según la experta, en los resultados del estudio ha influido tanto la cantidad de papas fritas que consumieron los participantes, así como su dieta en general.
Jamón crudo, el secreto alimenticio para combatir una bacteria fatal
El jamón crudo es, sin dudas, uno de los alimentos preferidos a nivel mundial. Pero científicos de España y de Argentina fueron más allá que destacar este embutido por su sabor, ya que lograron encontrarle un beneficio extra al analizar su elaboración. Durante su maduración, se generan péptidos o fragmentos de proteínas capaces de inhibir a la bacteria de la listeriosis, una enfermedad transmitida por alimentos que puede ser fatal.
El estudio publicado en la revista Food Microbiology aseguró que existe una potencial acción antimicrobiana que neutraliza la bacteria de Listeria. Lo impactante de este descubrimiento radica en que ciertos péptitos se generan de forma natural.