El mundo de la sexualidad es infinito. Los gustos, preferencias, puntos de vista y deseos dependen de un cúmulo de valores, ideas y experiencias acumuladas durante años. Y la modernidad expone, sin filtros, diversas corrientes en el plano sexual, como la ecosexualidad.
Término extraño para las masas, sin embargo ya practicado por algunas minorías europeas. Pero ¿qué significa la ecosexualidad? ¿es un colectivo que practica sexo libre? ¿es una secta? o ¿es una ‘moda’ impuesta por el mundo moderno?
Quizá sí sea una visión más moderna de explorar la sexualidad, pero los especialistas definen esta corriente como un “ambiente sensorial completo en el que los cinco sentidos están en plena comunión con la naturaleza, el propio cuerpo y la pareja”.
El pasto, la textura de troncos, de la arena o las flores, el olor de ellas o de un bosque, el sonido de los pájaros o del vaivén de las olas, el sabor de exóticas frutas, todas esas sensaciones enfocadas en la naturaleza mezcladas con las relaciones sexuales humanas definen esta corriente, para muchos, compleja.
De acuerdo con las investigaciones de la revista española Zen, del periódico El Mundo, “el sexo ecológico consiste en mantener relaciones sexuales no necesariamente genitales sino con los sentidos en plena conciencia de la naturaleza e incluso con ella”.
Esta insólita práctica fue acuñada por las artistas Annie Sprinkle y Elizabeth Stephens, quienes profesan una conexión “sensorial con la naturaleza, desde una conexión puramente mental o espiritual, hasta relaciones físicas, siempre legítimas”.
“El sexo vende, por lo que si tenemos una motivación erótica para la conservación permanente de nuestro medio ambiente, entonces tal vez el juego sería lo suficientemente alto como para fomentar la acción global”, comentó a Zen un integrante de la compañía de teatro australiana Pony Express, otra entidad que se unió a esta filosofía.
Pero a este complejo mundo sensitivo y ecológico se unen también prácticas que, durante una relación íntima, puedan proteger el planeta, así lo informa El Salvador.com
Te interesa unirte a esta corriente?
Los expertos explican cómo mantener una relación íntima donde prevalezca el respeto al ecosistema y a la pareja:
* Apague las luces. Con esta acción no solo crea un ambiente más íntimo sino que contribuirá a frenar el cambio climático. Si no están dispuestos a quedar en total oscuridad puede se puede optar por velas de cera de abeja (no petróleo) y por focos de bajo consumo.
* Báñense desnudos en un río o en el mar. El contacto del agua con la piel y cuerpo, en general, generará una deliciosa y placentera experiencia.
* Consuma alimentos afrodisíacos naturales, como el gingko biloba o ginseng.
* Si utilizará juguetes o prendas sexuales en pareja escoja los que son de látex o caucho, el PVC es un material muy contaminante para el planeta.
* Trate de tener una alimentación vegana, estudios científicos indican que eliminar la carne y lácteos de los hábitos alimenticios permite un mejor flujo sanguíneo a sus genitales. La fruta como el melón, la fresa, la papaya, plátano o kiwi son estimulantes del sentido del paladar. Disfrute al máximo sus texturas y sabores y compártalas con su pareja.