La eyaculación precoz es un factor que afecta las vidas sexuales de muchas relaciones modernas, y aunque el tabú de la sociedad sugiere que la eyaculación precoz significa la carencia de la destreza sexual, ahora sabremos que esto no podría estar más lejos de la verdad.
Y es que un estudio publicado en el Primary Care Companion para Trastornos del SNC (Sistema Nervioso Central) ha revelado que la eyaculación precoz puede ser causada por la ansiedad.
Se tomó una muestra de 28 hombres y la investigación reveló que 10 de esos 28 reportaron síntomas prominentes de ansiedad antes o durante las relaciones sexuales.
Los autores del estudio Ravi Philip Rajkumar y Arun Kumar Kumaran dijeron:
“El hallazgo más significativo en nuestro estudio fue la alta tasa de ansiedad con un 70 por ciento en los pacientes con eyaculación precoz de forma adquirida, la cual fue significativamente mayor a los pacientes que han padecido eyaculación precoz desde toda su vida. La ansiedad es un factor justificable que explica el inicio o la persistencia de este padecimiento”.
Esto no es sorprendente teniendo en cuenta la presión que la sociedad ha puesto sobre los hombres gracias al contenido para adultos.
El estudio, que examinó los registros de 28 hombres que presentaban eyaculación precoz, en una clínica para trastornos psicosexuales en la India entre enero de 2012 y enero de 2013, la clasificó en cuatro tipos.
Éstas son: De toda la vida, Adquirida, Variable natural y la Prematura o disfunción eyaculatoria. De toda la vida y la adquirida son los dos tipos más comunes.
Considerando que la eyaculación precoz de toda la vida se asocia generalmente con la biología fisiológica, cuando el problema es adquirido se sabe que normalmente es causado por la ansiedad y la falta de armonía marital.
Como la ansiedad es un problema psicológico diagnosticable por un experto, se aconseja hablar con un psicólogo sexual si es que el problema persiste.
Mientras que la eyaculación precoz es una de las formas más comunes de disfunción sexual masculina, también puede ocurrir en las mujeres, así lo informa La Guía del Varón.
Así que vamos a terminar con el mito de que este es sólo un problema del hombre, o peor aún, por culpa del hombre.
El propósito de todo esto es el de alentar a quien lo padezca y que no se preocupe demasiado, tiene solución y es cuestión de tranquilizarse. ¡Ánimo!