La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló hoy que uno de cada cuatro universitarios chinos se ha sentido deprimido alguna vez y mostró su preocupación por la estigmatización de las enfermedades mentales, no sólo en China, sino en el mundo.
"Estudios han revelado que el 25 por ciento de los universitarios chinos reconoció haber sentido alguna vez síntomas de depresión (…) y son el futuro de todos nosotros", dijo este viernes a Efe Bernhard Schwartländer, representante de la OMS en China, durante una marcha celebrada hoy en Pekín por el Día Mundial de la Salud.
Este año, la jornada mundial está dedicada a la depresión, que según el experto es aún una gran desconocida: "La gente no sabe que es una enfermedad, su conocimiento es insuficiente, y les limita para hablar con otros a ir al médico en busca de ayuda", añadió.
Para Schwartländer la clave está en la estigmatización de las enfermedades mentales, no sólo en China, sino en todo el mundo que generan "incomprensión" entre los amigos y familiares de quienes las sufren.
"Muchos tildan de vagos a quienes sufren de depresión porque no se considera una enfermedad de verdad, pero a nadie se le ocurre decirle eso a un enfermo de gripe o de cáncer", aseguró.
Más de 400 personas participaron en la marcha de 5 kilómetros, "Andar y hablar", entre instituciones públicas, representantes gubernamentales, ONG, estudiantes de psicología y académicos de salud mental.
El director del Instituto de Salud Mental de la Universidad de Pekín, Lu Lin, señaló en declaraciones a Efe que desde el Gobierno "se está prestando más atención a la gente con problemas mentales para que reciban el tratamiento adecuado".
Lu destacó los esfuerzos de distintas organizaciones para ofrecer una mejor cobertura a los enfermos mentales por parte del sistema público de salud.
Por su parte, un miembro del Centro de Pekín de LGTB (Lesbianas, Gays, Transsexuales y Bisexuales) que prefirió mantenerse en el anonimato, subrayó durante la caminata que los problemas mentales son una problemática habitual en este colectivo por el rechazo que aún reciben de la sociedad, "considerados por muchos como enfermos".
"Además está la presión social que sufren simplemente por tener una identidad sexual diferente", aseveró.
China elaboró su primera ley sobre salud mental en el año 2012, que entre otras medidas "desaconsejaba" retener a este tipo de pacientes en contra de su voluntad, tras haberse hecho públicos varios casos de enfermos mentales confinados en jaulas por sus familias.
A finales del pasado año el Consejo de Estado lanzó una política que tipificaba la depresión y la ansiedad como enfermedades mentales, después de que el gigante asiático registrase más de 50 millones de enfermos por depresión en 2015, según datos de la OMS.
La misma organización reveló este mes de febrero que al menos 322 millones de personas en el mundo sufren depresión, un 18 % más que hace una década, y otros 264 millones padecen trastornos de ansiedad, un incremento del 15 % respecto a hace diez años.