Un estudio científico, que alcanzó a casi 700.000 mujeres, examinó la influencia en los recién nacidos de los remedios para prevenir o tratar la gripe durante el estado de gravidez. Analizaron los efectos en generar bajo peso, defectos de nacimiento o muerte fetal. Los detalles
El embarazo es un proceso único en la vida de la mujer, una experiencia tan inolvidable como delicada que, inexorablemente, implica cuidados especiales. En pos de bregar por la salud del bebé se toman precauciones en los consumos de alimentos, en evitar ciertos tipos de actividades, en dejar malos hábitos. Se presta atención a cada paso. También a los medicamentos que se ingieren cuando surge alguna afección.
Enfocándose en las patologías gripales, un reciente estudio reveló que las mujeres que toman medicamentos antivirales durante el estado de gravidez no causan ningún daño al feto. Según los especialistas, los niños en desarrollo analizados no se vieron afectados de manera negativa con los remedios comunes que se utilizan para el tratamiento de resfríos y gripe. Esto supondría un alivio para millones de madres que son a menudo propensas a las infecciones debido a un sistema inmune debilitado.
Durante las estaciones con una cepa gripal más agresiva, las futuras mamás están más expuestas a ser afectadas. Debido a ello, los organismos reguladores de Estados Unidos y Europa aconsejan los inhibidores de la neuraminidasa para las mujeres embarazadas con gripe confirmada o sospechada, o aquellas expuestas a contactos cercanos con la enfermedad, a pesar del conocimiento limitado sobre su seguridad y eficacia durante el embarazo.
De esta recomendación se originó la curiosidad de un grupo de investigadores escandinavos y franceses, que decidieron evaluar los riesgos de los resultados adversos de nacimiento en asociación con los inhibidores de la neuraminidasa durante el embarazo.
Instituciones prestigiosas como el Instituto Karolinska, Suecia; la Universidad de Toulouse, Francia; el Instituto Noruego de Salud Pública, entre otras, evaluaron la información de 5.824 mujeres encintas de Dinamarca, Noruega, Suecia y Francia, que recibieron una prescripción de medicamentos antivirales para tratar la influenza. Las recetas eran para oseltamivir o zanamivir. El estudio no incluyó a las futuras mamás que tomaron los medicamentos antes de las 22 semanas del embarazo. Los resultados se compararon con 692.232 mujeres embarazadas a las que no se les prescribió las drogas durante el mismo periodo, entre 2008 y 2010.
Considerando factores como la edad, el tabaquismo y el uso de otros medicamentos, el equipo de especialistas afirmó que "no hubo un mayor riesgo de resultados adversos" de un grupo a otro, incluyendo el bajo peso al nacer, Apgar bajo (una prueba de la condición de un bebé al nacer), parto prematuro, muerte fetal o defectos de nacimiento. Los hallazgos se mantuvieron del mismo modo cuando el análisis se limitó solo a la exposición a oseltamivir.
Los autores del informe, publicado en el British Medical Journal, afirmaron que su trabajo de evaluar los posibles riesgos de tomar medicamentos antivirales (conocidos como inhibidores de la neuraminidasa) durante el embarazo es el más grande hasta la fecha.