”El día no tiene suficientes horas…”. Entre el gym, el transporte público, el trabajo, los quehaceres de la casa, las tareas… Si tenemos suerte dormiremos cuatro o cinco horas, pero, ¿podemos considerar este tiempo como un “descanso reparador”?.
Todas las mañanas, nuestra figura en el espejo nos muestra algunas respuestas a esta interrogante. Porque de acuerdo a un estudio realizado por la Bensons for beds, empresa inglesa dedicada al estudio del sueño, las mujeres que duermen menos de 6 horas, durante cinco días, tienen el doble de arrugas, y manchas marrones y rojas, en comparación de quienes descansan ocho o más horas.
A menos sueño, más daños a nuestra apariencia
Durante el sueño, el cuerpo tiene la oportunidad de reparar el tono muscular, humectar la piel, mejorar el flujo sanguíneo y eliminar las toxinas”, explica el doctor Guy Meadows, fundador de la Escuela del Sueño, en Inglaterra.
Sin embargo, no son los únicos efectos negativos a nuestra apariencia. Aquí algunos más:
1. La mirada cambia
Los músculos de la cara están demasiado relajados o estirados, lo que ocasiona que nuestros ojos luzcan cansados o no se vean totalmente abiertos.
2. Los años “pesan más”
El insomnio, en especial si se tiene 30 años o un poco más, puede hacer que nos veamos con mayor edad, para ser más precisos con 10 años de más. Esto porque el tejido facial es afectado por el estrés.
3. Imperfecciones
La falta de sueño incrementa los niveles de cortisol, hormon que agrava afecciones inflamatorias: acné, dermatitis…
A parte de todo lo anterior, dormir poco aumenta la acumulación de estrés oxidativo a nivel celular, lo que conduce a un drenaje linfático pobre y acumulación de líquidos que se refleja en ojos hinchados o la aparición de ojeras.
Ahora que sabemos cómo las desveladas afecta nuestra apariencia, es seguro que a partir de hoy aumentaremos una o dos horas a nuestro tiempo de descanso.