Trasladar a una persona en estado grave es de mucha responsabilidad, porque las ambulancias desafían a la velocidad y al comportamiento de otros conductores por una misma razón: salvar la vida del paciente.
El tiempo de traslado es vital porque puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
El Ministerio de Salud está realizando la segunda etapa de capacitación a conductores de ambulancias, clínicas móviles y personal administrativo con la finalidad de explicarles métodos más seguros en el proceso de traslado.
"Yo soy de Siuna, en el Triángulo Minero, nosotros tenemos que viajar rápido, nos toca sacar a los pacientes de las comunidades y luego remitirlos a un hospital primario. Incluso después viajamos a Managua, entonces es un trabajo que tiene mucho peso porque se trata de la vida de una persona", dijo Melecio Córdobas.
Los conductores son de los departamentos de Managua, Chinandega, León, Rivas, Carazo, Río San Juan y la zona del Triángulo Minero.
"Yo soy de Tipitapa, del Hospital Yolanda Mayorga, hay ocasiones que nos toca ir hasta Managua unas 16 veces, trasladando a los pacientes y la carretera se pone pesada por el tráfico y también nos salen conductores que no nos dan pasada. Esto es importante porque así conocemos más sobre nuestras medidas de seguridad y las precauciones que debemos de tener", indicó Julio Rodríguez.
La Policía Nacional desde semanas atrás también está instruyendo a los conductores de ambulancias de los 153 municipios de Nicaragua.
Hacen un llamado a las conductores a que acaten la sirena y den pase sin atrasar el traslado.
"La verdad que hay veces hasta nos tiramos contra las vías y los semáforos, por eso es importante que los otros conductores sepan que es una emergencia", sostuvo Córdoba.