Como canto de ángeles, la niñez nicaragüense se lució con una serenata emotiva desde el monumento a Rubén Darío en el Parque Central de Managua, al norte de la ciudad.
Más de cien niños y niñas de los coros estudiantiles y de la orquesta juvenil interpretaron este jueves Las Mañanitas, Flor de mi Colina, Palomita Guasiruca, El Zanatillo, El Solar de Monimbó y otras canciones.
El joven Walter Rodríguez declamó La Marcha Triunfal. "Es un gran homenaje para nuestro poeta universal, queremos demostrarle así nuestro gran amor y todo lo que aportó a nuestra literatura que trascendió a todo el mundo. Su poesía es única, aquí con los niños estamos interpretando nuestra canciones dedicadas para él", expresó Ramón Rodríguez, director del Teatro Nacional Rubén Darío.
Rodríguez sostuvo que en más de 50 municipios del país ya están establecidos los coros y las orquestas. Hoy Nicaragua saluda el 151 aniversario del natalicio del Príncipe de las Letras Castellanas.
Esta actividad se enmarca en la jornada "Darío Aquí y Ahora" que realiza la comunidad educativa. En este espacio cultural y artístico organizado por el Ministerio de Educación también participaron padres de familia y familias de barrios aledaños.
Datos que no sabías de Rubén Darío
"A los 16 años fue bibliotecario, en vida visitó 23 países, cuando falleció le extrajeron el cerebro y pesó cuatro libras, una libra más del promedio humano. Su vela duró siete días, se le rindió homenaje de príncipe, se le enterró con 21 cañonazos", explicó Harold Delgado, coordinador del área cultural del Ministerio de Educación.
"Un dato importante que pocos conocen es que la banda de supremos poderes del gobierno de la época fue reforzada con 80 músicos y quien la dirigió fue Luis Abraham Delgadillo, el que hizo el arreglo del himno nacional. Cuando Rubén fallece no habían flores, porque todas se las dedicaron a Rubén... el mejor homenaje que podemos hacer es leyendo sus cuentos", finalizó.