El 28 de noviembre inicia la celebración de la Novena en honor a la Virgen María, patrona de Nicaragua y así arrancan las festividades marianas, principalmente la Gritería, un evento tradicional que identifica a los nicaragüenses por el fervor y veneración.
El Padre Julio Arana, de la iglesia en San Judas, expresó que la Novena es un momento de oración y que permite un estudio bíblico sobre la palabra de Dios.
"Son 9 días de preparación para llegar a la fiesta solemne, revisten una importancia de que Nicaragua es de María y lo celebramos. Esos 9 días nos permiten entrar en espíritu de oración, un estudio bíblico a la luz de la palabra del Señor con un propósito de ser mejores hijos, hermanos, padres y compañeros de trabajo. No es rezar por rezar sino con propósito", sostuvo el Padre Arana.
La celebración de la Purísima para la iglesia y la feligresía católica es un evento que le permite a la gente compartir lo que tiene, es una obra de misericordia porque se desprenden en ese espíritu de compartir, de dar lo que el Señor les ha dado.
"El pueblo de Nicaragua es eminentemente mariano y como decía Sor Emilia -que en Paz descanse- si yo estoy perdida en un aeropuerto y grito ¡quien causa tanta alegría! el único sería un nicaragüense que me ayude. Es un grito que nos identifica como nicaragüenses", dice el padre Arana de la iglesia en San Judas.
La fiesta de la Purísima que se celebra a partir del 7 de diciembre permite a los católicos la oración, compartir y reunirse en torno al Señor. Es una fiesta familiar porque en muchos hogares preparan el altar, las cajetas, la chicha, una celebración con mucha devoción.
"Ella es pura sin mancha… es importante la figura de María en la historia de la salvación, la obediencia, fue obediente, es fiel, estaba al pie de la cruz, orante porque estaba con los apóstoles reunida en el día de pentecostés, fue servidora también… todos estos ejemplos nos sirven para que en la familia se trabaje de esta manera", finalizó el padre Julio Arana.
El padre Rodolfo Hurtado, párroco de la Iglesia San Pío X en Bello Horizonte y vicario foráneo de la zona oriental de Managua, dice que Nicaragua es muy mariana y una de las grandes devociones es a la madre de Jesús. "Es significativo porque sólo en Nicaragua se celebra la Gritería, tenemos una devoción, veneración especial a la Virgen María y adoramos solamente a Dios, y el propósito es seguir manifestando el amor a Cristo a través de su santísima madre", expresó el padre Herrera.
Para el Padre Boanerges Carballo de la iglesia en Las Sierritas de Santo Domingo, dice que los cristianos católicos llevan en su ADN el amor a la Virgen María.
"En Nicaragua hay un grito que dice que ¡María de Nicaragua, Nicaragua de María! porque en el ADN del católico y los nicaragüenses en general llevamos el amor a la Virgen, es volver a vernos como a un espejo, porque el apóstol San Pablo nos quiso santos e irreprochables y eso se cumple en María, y sentir que estamos llamados a ser como ella, hombres y mujeres de servicio. María es modelo del discípulo", dijo el padre Carballo.