A un mes de que Nicaragua celebre con alegría y fervor a la Inmaculada Concepción de María, los talleres de imágenes trabajan a todo vapor.
En el barrio San Luis se encuentra un taller familiar llamado Divino Niño en el que cinco personas trabajan noche y día para garantizar todo tipo de imágenes que las familias adquieren para celebrar a la Madre de Dios, un proceso que lleva mucho trabajo y que empieza por moldear el yeso o resina.
“Pasa lo que es el secado dos o tres días, según como está el sol, después de eso yo soy la que las lijo y eso estoy haciendo ahorita y les cubro donde sale falladas, donde salen defectos de ella, después que las lijo y ya están listas las baño, hay un proceso de bañarlas con pintura a base de agua para que después pasen al proceso de lo que es la pintura”, dijo la señora Jenny Martínez del Taller Divino Niño.
Posterior la imagen es secada y pintada para estar lista para las ventas, que tradicionalmente en esta temporada aumentan considerablemente así como los encargos de restauraciones. “He tenido buen trabajo ahorita, buen trabajo tengo. Aparte de eso la gente desde dos meses antes ya están empezando a traer sus imágenes para restaurar y tengo bastantes pedidos, ahorita en este mes, desde que comenzó noviembre ya está buenísimo todo”, expresó el señor Harold Talavera, propietario del taller.
Además del gran trabajo que lleva la obra, aseguran que para dedicarse a la venta de imágenes religiosas se debe contar con mucho fervor y amor ya que son un objeto que las familias conservan toda la vida. “Tenemos de diferentes precios, hay desde chiquitos para regalar que las tenemos a 3 mil el 100, 2 mil el cien; hay de 500 Purísimas, de 200, de 300; hay variado”, concluyó don Harold.
Igualmente desde ya se trabaja en la elaboración de los Nacimientos para celebrar la Natividad del Hijo de Dios, cuyo precio varía según el número de piezas y tamaño.