Junto al Arzobispo de Managua, Cardenal Leopoldo Brenes, los sacerdotes de Nicaragua renovaron sus promesas en la misa crismal del Jueves Santo.
Cientos de familias católicas provenientes de diferentes departamentos colmaron la Catedral de Managua este jueves.
La santa eucaristía es presidida por su eminencia reverendisima cardenal Leopoldo Brenes y concelebrada por los presbiteros.
"El espíritu del Señor esta sobre mí y me ha unido, comparto con ustedes sacerdotes y laicos que estas celebración siempre yo la esperaba con gozo", manifestó el Cardenal Brenes al iniciar el servicio religioso.
"Celebramos una cercanía de Dios para con nosotros, el Señor ha querido regalarnos unos dones especiales que transmiten gracia, que son los santos óleos que estamos bendiciendo y consagrando", indicó en la homilia.
"Se bendice el óleo de los enfermos que llevará esa fortaleza a los enfermos y se consagra el santo crisma que utiliza para las personas, un regalo de parte de nuestro buen Dios", dijo el Cardenal.
"Cristo quiso regalarnos el sacramento de la Fe, la santa eucaristía que está con nosotros, consolándonos", reafirmó.
"Ser portadores de esa buena noticia de los ungidos por el espíritu santo, Dios nos ama y nos ama intensamente y que Él viene para darnos su amor. Hemos tenido la experiencia de que el espíritu del Señor vino a nosotros", exhortó el Arzobispo de Managua.
"Hoy ante tanta noticia, ante tantas tristezas, nosotros los sacerdotes somos llamados a dar las noticias de amor, nos llamó al sacerdocio ministerial porque ve en el interior nuestras limitaciones pero también ha visto la disponibilidad y ha puesto en nuestras manos los dones sagrados", dijo.
"Al renovar la promesas sacerdotales recordamos nuestras promesas, nos hemos ido preparando con gozo y alegría", compartió.
"Hoy al pasar los años te amo más Señor, hoy amo más este ministerio y lo digo intensamente que cuando fui ordenado presbitero", indicó al celebrar la misa en catedral.
Dijo que se repartieron 75 mil pergaminos en las manos de niños, adultos y enfermos que cada día esperan una respuesta de los sacerdotes.
"Hoy al renovar las promesas sacerdotales y recordar ese momento hermoso en que se confirmó la llamada del Señor para hacer sacerdotes de oración, conocemos más y más a Jesús, ser sacerdotes de la misericordia", finalizó en la homilia.