"El Sol de México" volvió a brillar luego de casi dos años de ausencia con el arranque de su gira ‘México por siempre’.
Eran las 20:57 de la noche y justo cuando empezaron a sonar los primeros acordes de “Si te vas“ y se escuchó la voz de Luis Miguel interpretando la primera estrofa de esa canción, las 10 mil personas reunidas para verlo estuvieron de acuerdo: ‘El Sol’ volvió a salir.
Bronceado, delgado, sonriente, y vestido de traje negro y camisa blanca fue como el cantante enfrentó al público que tenía casi dos años de no verlo. Sus seguidores querían constatar que todavía hay Luis Miguel para rato, que su voz seguía exactamente igual y que su carrera no había terminado por los problemas económicos y legales que ha tenido a lo largo de casi tres años.
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Esta vez nadie quedó decepcionado. Durante dos horas 40 minutos y con el recorrido que hizo por sus 36 años de carrera, Luis Miguel cumplió la fantasía de todos.
La gente coreó sin cesar los más de 40 temas que interpretó, unos completos, otros como parte de varios medleys que hicieron gritar, bailar y hasta saltar a los presentes. “1+1=dos enamorados”, “Decídete”, “Cuando calienta el sol”, “Isabel”, “La Incondicional”, “Cuestión de piel” o “Te necesito”… en el repertorio de esa noche no faltó nada.
En el primero de los siete conciertos que “El sol” ofrecerá en el Auditorio Nacional y el primero también de su gira México por siempre hubo de todo: los ya tradicionales gritos de “Te amo”; las 10 mil gargantas cantando a todo pulmón cada una de sus canciones; las luces de los celulares que lo acompañaban en las baladas y por supuesto, las chicas que se acercaban hasta el pie del escenario para regalarle una rosa (Luis Mi aceptó dos) o algún otro presente.
Esta vez, “El Sol” no se fue a los 20 minutos de iniciado el show; tampoco se mostró apático con su público; el Luis Miguel de ahora fue muy distinto, el ídolo se emocionó por regresar y lo hizo con todo. Si no saludaba de mano a quienes se acercaban, decía hola a la gente de arriba o de abajo. Él bailaba y disfrutaba. “Tengo grandes motivaciones para regresar. Una es la música y la otra son ustedes”, confesó a sus fans a la media hora de haber iniciado el concierto, lo que hizo enloquecer a sus fans.
Para fortuna de muchas, Desirée Ortiz brilló por su ausencia. En cambio, en las primeras filas estaban, Toño Mauri y Karla Alemán, Rafael Herrerías y Alejandro Basteri, hermano del Sol.
Como era de esperarse, Luis Miguel también cantó (y bailó) con mariachi algunas canciones de su más reciente disco, como “Llamarada”, “La fiesta del Mariachi” y “No discutamos”; también cantó acompañado únicamente de un piano algunos boleros como “Por debajo de la mesa” o “No sé tú”.
El reloj marcaba las 23:24 cuando Luis Miguel se despidió por primera vez. Luego de ocho minutos volvió a salir para despedirse, no sin antes cantar “Cucurrucucu paloma”.
“Gracias, público enorme. Gracias a mis fans, a toda la gente. Saben que los quiero”, se despidió. Y aunque apenas comenzaba la media noche, a nadie le importó, porque todos abandonaron el Auditorio con la convicción de que “El Sol” ha vuelto a brillar con toda su fuerza.