Nunca me ha tocado tarea tan complicada como poder describir un concierto de esta índole, la magnificiencia que significó escuchar la noche del martes 19 de septiembre a El Cuarteto de Nos en Nicaragua es algo simplemente de otro mundo. Por mucho, es el mejor concierto de rock alternativo que jamás ha tenido nuestro país.
A pesar de unos retrasos menores y por razones fuera de la muy buena producción que tuvo Rocknica.com, encargados de traer a esta banda con una trayectoria enorme en su natal Uruguay y en el resto de Latinoamérica, el evento estuvo a todo dar. Me cuesta recordar un evento musical en tierra pinolera en donde la gente estuviera tan metida con cada una de las canciones de la banda que nos visita, y es que en ese espacio prácticamente de dos horas que tuvieron de presentación (1:57 según lo cronometró mi buen amigo Moroney) las personas -muy jóvenes en su mayoría- no pararon de corear a todo pulmón. Obviamente, en muchas de esas rolas yo fui uno de los que quedó afónico.
Pero a ver, vamos por el principio, todo arrancó a las 8:50 pm en el Centro de Convenciones Olof Palme (Managua) con la gran representación del rock independiente y emergente que tiene Nicaragua, los Digan Whisky, quienes a pesar que su vocalista -el buen amigo Che- estuviera con una lesión en uno de sus pies, tocaron con todo ese entusiasmo que ya muchos le conocemos. Además supieron ponerse a tono de la calidad del evento no solo con su vestimenta elegante sino con las intervenciones entre canciones, donde expresaron los orgullosos que se sentían por abrir un concierto de El Cuarteto de Nos y también por el apoyo que el público del rock nicaragüense les ha demostrado en todo este 2017, un año de puro éxito para esta buena banda.
Después de eso y tras esa calidad de animación que como siempre nos entrega el Dj Henry Green, con un furor que se transmite en el aire, empezaría entonces el performance de los rockeros sudamericanos, algo que aún horas después no lo puedo creer.
La entrega, dedicación, fuerza, coraje, empuje y sobre todo energía que proyectaron provocaron un sentimiento total nuevo para mí, jamás había visto una banda con un feeling tan especial en un escenario. A como dije en un principio, describirlo es complicado, por ahí los vimos entrar con unas máscaras de animales mientras interpretaban uno de sus tantos, realmente tantos éxitos que poseen, incluyendo esos que pertenecen a su nuevo álbum Apocalipsis Zombi, lo cual ellos mismos se habrán sentido gratificados al ver y sentir que los nicas los conocíamos al punto de apropiarlos.
Para mí fue una montaña rusa en donde nunca bajábamos la velocidad, ni el mismo público lo hacía. Tema tras tema la gente brincaba, agitaba los brazos, coreaba desde lo más profundo de su ser, a como me tocó con "El Hijo de Hernández". Uff… clase temazo y qué clase concierto el que se avecinaba.
Roberto Musso, el vocal de El Cuarteto de Nos es una eminencia, la potencia que tiene su voz y esa manifestación de movimientos en todo el escenario es de alguien que te das cuenta es grande, un gran artista con una carrera enorme que lo respalda. Pero sus integrantes no se quedan atrás ni mucho menos, en todo momento habían transiciones, ya sea de posición o bien de instrumentos que ocupaban, imagínense que al del teclado lo vimos tocando bajo, vocales y hasta percusión cuando estuvo apoyando en la batería. Y eso que no hemos hablado del gran Santiago Tavella… ¡vaya presencia!, interpretó un par de temas que a como decimos acá la sacaron del estadio, entre ellos "Whisky en Uruguay" y "Pobre Papá", ambos con un impresionante valor musical.
Pero claro, los temas que cientos de almas nicaragüenses se llevarán a lo más interno de sus seres, incluyéndome, están "No Llora", uno que sinceramente no eran pocas personas que cerraban sus ojos y sacaban lágrimas mientras se desgarraban la garganta para cantarla. Así mismo habían temas movidos y ensordecedores por tanto coro como "Ya No Sé Qué Hacer Conmigo", "Lo Malo de Ser Bueno", "Buen Día Benito", "Gaucho Power", "Roberto", "Miguel Gritar", "Mi Lista Negra", "Me Amo", "Así Soy Yo" y uno que sonó muy pero muy bien: "Invierno del 92".
Eso es solo una pequeña muestra de todo el repertorio; en donde el juego de luces fue espectacular, la actitud de los integrantes genial en todo instante, cambios de vestimenta que sorprendían, hasta momentos en donde interactuaban bastante con el público y nos hacían ser parte de su entorno.
Para finalizar, solo me quedo con la brincadera que me poseyó cuando tocaron ya para el final "Yendo a la Casa de Damián", ahí todos los presentes fuimos una sola vibra, la misma que El Cuarteto de Nos se lleva en el corazón y que estamos seguros jamás olvidarán de su primer visita a Nicaragua.
Digan Whisky
