Johannesburgo, 22 mar (EFE).- El Gobierno de Sudáfrica se comprometió hoy a elaborar un plan para eliminar las letrinas de las escuelas, tras la reciente muerte de una niña de cinco años que cayó a uno de los agujeros y se ahogó.
"La pérdida de una niña inocente es una experiencia verdaderamente dolorosa, compartimos el dolor, sufrimiento y trauma asociado con la muerte de nuestra joven Lumka Mkhethwa", señaló hoy la ministra de Educación Básica, Angie Motshekga, en una comparecencia ante la prensa.
La funcionaria, que presidió un encuentro de urgencia para abordar la situación y elaborar un plan junto con autoridades locales y provinciales, reconoció que Sudáfrica enfrenta importantes "desafíos" en el área de saneamiento y que, en el caso de las escuelas, es un "asunto de urgencia".
"Tenemos escuelas sin saneamiento, escuelas con letrinas de agujero, escuelas con saneamiento pero sin las letrinas demolidas, escuelas con saneamiento inadecuado, saneamiento no ajustado a la edad, escuelas con saneamientos insuficientes dado el incremento del número de alumnos…", enumeró la ministra.
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Según datos presentados hoy, de unas 23.500 escuelas de las que se tiene registro en todo el territorio, casi 8.700 tienen letrinas (especialmente concentradas en el este y noreste).
La ministra se comprometió a auditar las escuelas y a acelerar los esfuerzos para revertir la situación, con financiación especial recolocada por el Gobierno.
"Tenemos ya un plan en marcha que está destinado a erradicar estos váteres inseguros e inadecuados. Necesitamos confirmar la información que ya tenemos y acelerar los planes existentes. Nuestra prioridad es la seguridad", recalcó, antes de incidir en la importancia de "restaurar la dignidad del sistema educativo" y de asegurar que los "derechos humanos" de los alumnos se cumplen.
La muerte de Lumka Mkhethwa, de cinco años, al caer al agujero de una letrina en la escuela primaria Luna, en la provincia de el Cabo Oriental, ha reavivado el debate sobre las infraestructuras del sistema educativo sudafricano.
En 2014, se había producido otro caso similar, el fallecimiento de Michael Komape, también de cinco años, en la provincia de Limpopo (noreste).