Yakarta, 4 ene (EFE).- El Gobierno de Indonesia anunció hoy que ha reducido a 6 kilómetros la zona de seguridad en torno al volcán Agung en la isla de Bali, lo que permitirá regresar a sus hogares a miles de los más de 71.000 evacuados, en su mayoría agricultores y ganaderos.
No obstante, "el volcán Agung está todavía en fase de erupción con una actividad volcánica relativamente alta y fluctuaciones", advirtió el director de comunicación del Ministerio de Energía y Recursos Minerales, Agung Pribadi, en un comunicado.
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Desde que la alerta de erupción del Agung fue elevada al máximo, en septiembre, la actividad de volcán ha causado pérdidas por valor de unos 820 millones de dólares (681 millones de euros), según datos de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres.
Unos 670 millones de dólares (557 millones de euros) de las pérdidas totales corresponden al sector turístico y el resto se debe en su mayoría a la evacuación de residentes.
Agung comenzó una fase de erupción magmática el 21 de noviembre que obligó a cerrar el aeropuerto internacional Ngurah Rai, a casi 60 kilómetros al sur del volcán, entre el 27 y el 29 de ese mes por la nube de ceniza volcánica.
La medida afectó a más de 100.000 pasajeros y miles de turistas que se encontraron en la isla sin avión de partida durante esos días.
Más de cinco millones de turistas extranjeros visitaron Bali en 2017 por vía aérea, según la operadora área del aeropuerto.
El volcán se levanta en el este de Bali, lejos de la mayoría de las atracciones turísticas, que permanecen seguras.
La última erupción importante de Agung ocurrió en 1963, duró un año y mató a más de 1.000 personas.
El archipiélago indonesio se asienta en el denominado "Anillo de Fuego" del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por miles de temblores al año, la mayoría de escasa magnitud