Karangasem (Indonesia), 30 nov (EFE).- El gobernador de la isla indonesia de Bali, I Made Mangku Pastika, anunció hoy la extensión del estado de emergencia hasta el 10 de diciembre ante una posible erupción mayor del volcán Agung, que expulsa lava y ceniza desde el sábado.
La decisión del Gobierno provincial fue confirmada por el director de información de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNBP, en indonesio), Sutopo Purwo Nugroho, quien aseguró que la medida ayudará a su agencia a acceder a todos los recursos humanos, materiales y económicos necesarios.
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"Es necesario porque la gestión de desastres debe ser rápida y precisa. Además, la gestión de la erupción es normalmente larga", dijo Nugroho en un comunicado.
El portavoz indicó en las redes sociales que la alerta de erupción del volcán, que aumentó del nivel 3 al 4 el lunes, permanece en el nivel máximo.
Además una columna de ceniza de hasta 2.000 metros de altura por encima del cráter se ve desde el puesto de observación del volcán en el subdistrito Rendang, a unos 12 kilómetros del volcán, mientras que en el aeropuerto internacional Ngurah Rai de la isla continúan operando los vuelos.
Las autoridades indicaron que la nube de ceniza ha obligado a cerrar el aeropuerto en la isla más cercana al este, Lombok, hasta la madrugada de hoy, debido al riesgo de que la ceniza dañe los motores de las aeronaves y provoque un accidente.
Miles de turistas quedaron varados en Bali tras el cierre el lunes del aeropuerto Ngurah Rai que volvió a operar vuelos ayer por la tarde debido a que se redujo la actividad volcánica y el viento alejó la nube de ceniza.
Más de 100.000 pasajeros se vieron afectados por la cancelación de casi 900 vuelos procedentes y con destino a la isla durante el cese de operaciones del aeropuerto.
Los expertos del Centro de Vulcanología y Mitigación de Peligros Geológicos (CVMPG) mantienen también la zona de seguridad en un radio de hasta 10 kilómetros alrededor del cráter e indica que la situación podría cambiar por el riesgo de una erupción mayor o si rola el viento.
Ayer se registraron lluvias de rocas volcánicas a 4 kilómetros del cráter tras una de las erupciones, y también hay expulsión de lava que se está acumulando en el cráter y da un color rojizo a la nube de ceniza.
En el día de hoy, al puesto de observación del volcán ha registrado 4 temblores volcánicos profundos y 8 superficiales.
El volcán muestra hoy menos actividad que en los días anteriores, aunque en este punto "uno o dos" terremotos podrían provocar una erupción mayor, según dijo ayer el jefe de la Región Este del CVMPG, Devy Kamil Syahbana.
Las autoridades han ordenado evacuar a cerca de 100.000 personas que habitan en la zona de peligro y más de 43.000, según las últimas cifras oficiales, se han registrado ya en 229 refugios en nueve distritos de la isla, según la últimas cifras oficiales.
De momento, las necesidades básicas de los refugiados están cubiertas y diferentes organismos nacionales y ONG trabajan en los centros de acogida.
Por otro lado, algunos residentes se niegan a evacuar sus hogares dentro de la zona de peligro por motivos espirituales o económicos para no abandonar sus posesiones y ganado, según Nugroho.
El volcán se encuentra en el este de Bali, en el distrito Karangasem, lejos de la mayoría de las atracciones turísticas que permanecen seguras, aunque el BNBP recomienda el uso de mascarillas.
Se trata de la primera erupción magmática del Agung desde 1963, cuando las erupciones duraron casi un año y mataron a más de 1.100 personas.
Bali es el principal destino turístico de Indonesia con una afluencia anual que ronda los 5,4 millones de visitantes extranjeros, según datos oficiales.
El archipiélago indonesio se asienta en el denominado "Anillo de Fuego" del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por miles de temblores al año, la mayoría de escasa magnitud.