Las escuelas de Nueva Delhi volvieron a abrir este lunes, tras varios días cerradas debido a la contaminación del aire, que se mantiene en niveles peligrosos, generando preocupación entre los padres.
Los médicos declararon la capital india, que lleva casi una semana ahogándose en una nube tóxica, en estado de emergencia sanitaria, lo que llevó a las autoridades locales a decretar el cierre de los establecimientos escolares, interrumpir las obras y prohibir la entrada de camionesa la megalópolis.
Pero el lunes, los alumnos volvieron a las aulas ya que los responsables escolares temían los efectos que pudiera tener una interrupción prolongada de las clases, para disgusto de los padres.
"No hay ninguna mejora de los niveles de contaminación. Si la situación es la misma, la política debería ser la misma. ¿Por qué se abren ahora las escuelas?", se preguntó Ashok Agrawal, presidente de la All India Parents Association.
A mediodía local (06H30 GMT), el contador de la embajada estadounidense en India marcaba una concentración de partículas ultrafinas de 509 microgramos por metro cúbico de aire, un nivel claramente en zona peligrosa.
La Organización Mundial de la Salud recomienda no superar una tasa de 25 de media en una jornada.
Si niveles como los registrados en Nueva Delhi son ya nocivos para las personas con buena salud, los niños representan una población especialmente vulnerable.
"Ellos respiran una cantidad mayor de aire -que los adultos- respecto a su masa corporal, por lo que su exposición a la contaminación atmosférica es mayor", explicó Ajay Lekhi, presidente de la Delhi Medical Association.
La contaminación es un gran problema de salud pública en India, nación de 1.250 millones de habitantes en pleno desarrollo y con inmensas necesidades de crecimiento.