Un investigador australiano identificó en el desierto saudí casi 400 misteriosas estructuras de piedras, aparentemente creadas por el hombre hace más de 2.000 años, gracias a Google Earth.
David Kennedy, arqueólogo de la Universidad de Australia Occidental y director de equipos de investigadores que ya inventariaron miles de sitios arqueológicos en Oriente Medio, reconoció este miércoles su incapacidad para explicar el significado de estas formaciones de piedra.
Suben a 124 los muertos por brote de peste en Madagascar
Las más antiguas de ellas tendrían 9.000 años.
"Desde el suelo no pueden entenderse, pero elevándose varias decenas de metros, o más mediante un satélite, puede captarse toda su belleza", explicó en un comunicado.
Tras 40 años de búsquedas en la región, el investigador dijo que quedó cautivado la primera vez que percibió, gracias a imágenes de satélite, las estructuras de piedra en los campos de lava de un antiguo volcán.
"Las llamé 'barreras' puesto que cuando se observan desde lo alto parecen las vallas de los campos aplanadas, con dos postes a cada lado unidos por una o varias líneas", dijo.
"No parecen estructuras en las que la gente hubiera podido vivir, ni trampas para animales o estructuras para deshacerse de los cadáveres. Su función es un misterio", explicó.
Los detalles de estos hallazgos aparecerán explicados en un artículo de la revista Arabian Archaeology and Epigraphy en noviembre.
Las estructuras las localizó por primera vez en 2004 el saudí Abdulá al Said, un neurólogo y arqueólogo aficionado que se dio cuenta de la existencia sobre el terreno de muros de piedra, antes de identificar estructuras completas en 2008 gracias a Google Earth y contactar a Kennedy.
"Me dijo: 'Me interesa el patrimonio de mi país y me he dado cuenta en Google Earth de que hay unas extrañas estructuras en los campos de lava'", relató Kennedy a la cadena ABC.
Especialista en arqueología aérea, el investigador australiano y su equipo fotografiaron desde 1997 decenas de miles de estructuras de piedra, especialmente en Jordania, de las que algunas se utilizaban como trampas para la caza.