Moscú, 21 sep (EFE).- Un fuerte olor a huevos podridos producido por una contaminación del aire con ácido sulfhídrico llegó hoy hasta el centro de Moscú.
Los malos olores a ácido sulfhídrico ya eran denunciados desde principios de este mes por los habitantes de los barrios orientales de la capital rusa, lo que ha motivado una investigación de la Inspección de Medio Ambiente de Rusia.
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Un informe preliminar hecho público este miércoles por los inspectores señala a varios vertederos en la periferia de Moscú como los responsables de la contaminación del aire.
"La contaminación está formada por componentes relacionados con el tratamiento de los residuos orgánicos, el almacenamiento y producción de derivados del petróleo y el funcionamiento de depuradoras", señala el informe, publicado por la agencia Tass.
Las autoridades rusas investigan la actividad de tres grandes vertederos en los suburbios de Moscú (uno de ellos cerrado en junio por orden del presidente ruso, Vladímir Putin) y también de las depuradoras situadas al este de la capital rusa.
Los malos olores y la contaminación del aire con ácido sulfhídrico son habituales en los barrios del este y sureste de Moscú, rodeados por grandes zonas industriales, incluida una enorme fábrica de derivados del petróleo.
En contexto
Más de 10.000 personas han sido evacuadas el pasado miércoles 12 de septiembre en varios lugares públicos en Moscú, por llamadas anónimas que alertaban de diversas amenazas de bomba.
Más de 20 llamadas anónimas con amenazas de explosiones se han registrado en la capital rusa, según informa TASS, citando a una fuente en los servicios de seguridad.
Según la fuente, entre los lugares públicos evacuados se encuentran centros comerciales, una universidad, varios cines y estaciones de tren.En particular, se informa que cerca de 500 personas han sido evacuadas desde las estaciones de ferrocarril de Leningradsky y Kazanskiy, en pleno centro de Moscú.
Según la fuente, los avisos se han producido de forma "casi simultánea", y continuaron después de que empezasen a llevarse a cabo las evacuaciones.
"Por lo visto, se trata de un caso de terrorismo telefónico", ha estimado, destacando que la credibilidad de los mensajes todavía tiene que ser revisada.