Kabul, 16 ago (EFE).- Las autoridades afganas descubrieron cuatro fosas comunes con 55 cadáveres, todos ellos miembros de la minoría chií hazara, en un pueblo en el norte del país liberado hace dos días tras permanecer una semana bajo control de los insurgentes.
"Se han descubierto cuatro fosas comunes en el valle de Mirza-Walang (…) en las que se encontraron 55 cadáveres", explicó hoy a Efe Zabihullah Amami, portavoz del gobernador de la provincia de Sar-e-Pol, donde se encuentra el pueblo.
Según el portavoz, el descubrimiento de las fosas se produjo ayer, un día después de que las tropas afganas recuperaran el control del pueblo tras una serie de operaciones terrestres y aéreas que causaron la muerte de al menos un centenar de insurgentes.
En una de las fosas, indicó Amani, encontraron 23 cuerpos, entre ellos tres niños de "ocho, doce y quince años", y en otra de ellas hallaron una decena de cadáveres.
"Todos los cuerpos descubiertos eran de hazaras", subrayó el portavoz del gobernador provincial.
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La minoría chií hazara ha sido objetivo frecuente de atentados y asesinatos selectivos en Afganistán, sobre todo del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que reivindicó ataques contra esta comunidad como el de julio del año pasado contra una manifestación en Kabul, que causó 85 muertos y 400 heridos.
Según la Comisión Independiente Afgana de Derechos Humanos (AIHRC, en inglés), la matanza en Mirza-Walang fue perpetrada durante la toma de la localidad conjuntamente por los talibanes y el EI, dos grupos que por lo general se han enfrentado entre ellos en el país.
Además del medio centenar de muertos, 471 familias tuvieron que huir a otras localidades, mientras que otras 150 quedaron atrapadas en el pueblo con los insurgentes y solo unos 235 de esos rehenes fueron liberados hace una semana, según AIHRC.
En los últimos meses se han repetido en Afganistán masacres como la de Sar-e-Pol, como la muerte de 30 civiles el pasado octubre en la provincia oriental de Ghor a manos del grupo yihadista o la ocurrida en diciembre en la meridional Kandahar, donde los talibanes mataron a 23 civiles.
Según el informe del Inspector Especial para Afganistán (SIGAR) de Estados Unidos divulgado este mes, la guerra en Afganistán está "estancada", con los insurgentes controlando el 40 % del país.