Dos personas muertas, once desaparecido y casi medio millón de evacuados es el saldo de las recientes lluvias torrenciales que afectan al suroeste de Japón.
Las tormentas han azotado especialmente la isla de Kyushu, en el sur del país han superado los 120 milímetros por hora y el agua acumulada en las últimas horas en las prefecturas de Fukuoka y Oita, supera los 540 milímetros (1,5 veces más que la media de todo julio), de acuerdo a datos de la Agencia Meteorológica de Japón (JMA) recogidos por NHK.
Según fuentes oficiales seis personas continúan desaparecidas, incluido un niño, y se teme que puedan haber sido arrastradas por la corriente o enterradas vivas.
Alrededor de 500.000 personas han sido evacuadas de sus hogares por las fuerzas de seguridad y rescate para prevenir más pérdidas humanas.
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La JMA ha pedido la "máxima vigilancia" en algunas áreas de Fukuoka y Oita, ya que afirma que las recientes lluvias podría suponer uno de los mayores desastres naturales en el país en las últimas décadas.
Los altos niveles de agua producto de las precipitaciones han causado interrupciones en el tráfico y en servicios de trenes regionales, según datos del Ministerio nipón de transporte.
Miles de casas continúan sin electricidad, y algunas áreas siguen a esta a esta hora sin cobertura móvil. Se prevé que las fuertes lluvias continúen durante buena parte de este jueves, por lo que la máxima alerta sigue activada para las prefecturas de Fukuoka y Oita.
Contexto
Las autoridades advirtieron que las lluvias intensas continuarán por lo menos hasta el próximo viernes.
Japón desplegó unos 7.500 efectivos de policía, personal de rescate y militar en las zonas más afectadas de Kyushu, y unos 40 helicópteros están listos para salir a efectuar tareas de rescate una vez que se calmen las aguas, indicó este jueves un responsable del gobierno japonés.
Imágenes de televisión mostraron las aguas de ríos salidas de sus cauces y arrasando zonas residenciales, destruyendo rutas e inundando instalaciones agrícolas.