Johannesburgo, 20 may (EFE).- Cientos de hombres se manifestaron hoy en las calles de Pretoria bajo el lema "En mi nombre no" para denunciar la violencia contra las mujeres.
La protesta se produce después de que al menos diez mujeres hayan muerto en el último mes en Sudáfrica a manos de sus parejas o tras ser violadas por desconocidos.
"Debemos tomar responsabilidad colectiva por lo que está ocurriendo", dijo a medios locales Obakeng Motshabi, uno de los organizadores de la marcha.
La manifestación, en la que también participaron mujeres, partió de la plaza de la Iglesia, en el centro de Pretoria, y terminó delante de la sede del Gobierno sudafricano, los Union Buildings.
Algunos de los presentes reclamaron castigos más severos para los hombres que maten o violen a mujeres, y criticaron la supuesta falta de compromiso de las autoridades para luchar contra este tipo de crímenes.
Varios manifestantes llevaban pancartas con el lema "Soy basura", replicando la campaña lanzada hace días por activistas feministas en las redes sociales "Los hombres son basura".
Los asesinatos de jóvenes, como Karabo Mokoena o Lerato Moloi, conmocionaron recientemente a la sociedad sudafricana.
El cadáver de Mokoena, de 22 años, fue encontrado quemado el 29 de abril en un descampado de Johannesburgo días después de su desaparición.
La Policía ha detenido como responsable del asesinato a su novio, de 27 años, al que acusa de matar a su pareja en su domicilio después de tener una discusión con ella en una discoteca.
Los restos mortales de Lerato Moloi fueron hallados el domingo pasado en Soweto. Moloi, de 27 años, fue violada antes de morir.
Su condición de lesbiana lleva a activistas homosexuales a pensar que sufrió lo que se conoce en Sudáfrica como "violación correctiva".
Este tipo de agresiones sexuales son perpetradas por hombres para "curar" la homosexualidad de las mujeres.
El presidente del país, Jacob Zuma, y otros líderes políticos condenaron esta semana los recientes asesinatos de mujeres en Sudáfrica, donde una media de más de 50 personas mueren de forma violenta cada día.
El país austral está considerado uno de los lugares del mundo con mayores índices de ataques sexuales. EFE