Un hombre y una mujer fueron lapidados en la región de Kidal, en el extremo norte de Malí, por "islamistas" que les reprochaban vivir en concubinato, incumpliendo la "ley musulmana", afirmaron este miércoles autoridades locales.
La lapidación se llevó a cabo en Taghlit, una localidad situada entre Aguelhoc y Tessalit, precisó uno de los funcionarios. Es la primera vez desde 2012 que se señala un caso similar en Malí.
Según este funcionario, "la pareja no casada fue detenida" por los "islamistas". Estos últimos "declararon que habían violado la ley musulmana y que había que lapidarlos. Y es lo que han hecho", detalló la misma fuente.
"Los islamistas cavaron el martes dos agujeros en los que colocaron al hombre y a la mujer, que vivían en matrimonio sin estar casados. Los lapidaron hasta la muerte", afirmó otro funcionario contactado por teléfono desde Bamako.
Según estas informaciones, precisó que "cuatro personas lanzaron piedras a ambos hasta su muerte".
No ha podido obtenerse ninguna información sobre la identidad de los "islamistas" en cuestión o el grupo al que pertenecen. Muchos grupos yihadistas, además de narcotraficantes, contrabandistas y criminales, están basados en el norte de Malí.
Una fuente de seguridad maliense, contactada por la AFP, simplemente indicó haber "conocido la ejecución por lapidación de un hombre y una mujer el martes en la región de Kidal por los terroristas, que los acusaron de haber mantenido relaciones sexuales fuera del matrimonio".
Ningún detalle complementario está disponible.
El norte de Malí cayó entre marzo y abril de 2012 en poder de grupos yihadistas relacionados con Al Qaida, durante una rebelión tuareg, que en principio se aliaron a estos grupos y luego fueron expulsados.
Los yihadistas fueron en gran medida ahuyentados por una intervención militar internacional lanzada en enero de 2013 por iniciativa de Francia, y que hoy aún continúa.
Sin embargo, zonas enteras escapan todavía al control de las fuerzas militares, francesas y de la ONU, y son objetivo de muchos ataques. Desde 2015, estos ataques se extendieron al centro y al sur del país.
A finales de julio de 2012, cuando los yihadistas controlaban todavía el norte de Malí, los miembros del grupo Ansar Dine lapidaron en público en Aguelhoc a un hombre y una mujer a los que reprocharon haber tenido hijos sin estar casados.
En septiembre de 2012, cinco hombres acusados de robo fueron amputados, cada uno de una mano y de un pie, por otro grupo yihadista, el Mujao, en Gao (noreste).
Otras parejas juzgadas "ilegítimas", hombres acusados de haber bebido alcohol, de fumar o de ser ladrones o violadores, han sido azotados en público por los islamistas en varias ciudades, sobre todo en Tombuctú (noroeste), donde también destruyeron las tumbas de los santos musulmanes venerados por la población.