Intensos disparos se oían este lunes en Abiyán y Buaké, epicentro del motín de soldados en Costa de Marfil, según habitantes y un periodista de la AFP.
Los amotinados, exrebeldes integrados en el ejército, acostumbran a disparar al aire para mostrar su indignación con el Gobierno, al que exigen el pago de primas que les había prometido en enero a raíz de otro motín.
En la capital económica, Abiyán, se oyeron numerosos disparos procedentes de los dos campamentos militares de Akuedo, situados al este de la ciudad, según una habitante de la zona.
Los habitantes del este de la ciudad no podían trasladarse al centro de Abiyán, indicó un colaborador de la AFP.
También sonaron disparos cerca del campo Gallieni, en el centro de la ciudad, que fue uno de los epicentros de la protesta el pasado viernes.
En Buaké, la segunda ciudad del país, los amotinados dispararon ráfagas con armas de gran calibre, asustando a parte de la población y generando, desde el domingo por la noche, rumores sobre un posible ataque de la ciudad por parte del ejército marfileño.
Los amotinados reclamaron en enero unas primas individuales de 12 millones de francos CFA (18.000 euros), unas sumas importantes para el país africano. El mismo mes, recibieron cinco millones (7.500 euros), y el Gobierno les prometió que cobrarían los siete millones restantes en varios pagos a partir de mayo.
El jueves, un representante de los soldados anunció que renunciaban a sus reivindicaciones financieras, durante una ceremonia en presencia del presidente Alassane Uatara, que pareció poner punto final al motín.
Pero, lejos de calmar la situación, esa ceremonia provocó una nueva ola de protestas en este país de África occidental, que ha sufrido las consecuencias de la caída de los precios del cacao, un producto vital para su economía, y del que es el primer productor mundial.