La violencia disminuía el sábado en varias provincias de Siria en el inicio de la aplicación de un acuerdo alcanzado entre Rusia, Irán y Turquía en aras de instaurar una tregua duradera.
El inicio de este proceso se produce dos días después de la firma por Moscú, aliado de Bashar al Asad, y Turquía, apoyo de los rebeldes, de un memorándum que prevé la creación de cuatro "zonas de distensión" en Siria.
En los más de seis años de guerra en el país se han implantado varios acuerdos de tregua o alto el fuego, antes de fracasar.
Este plan parece sin embargo más ambicioso ya que prevé una vigilancia de estas "zonas de distensión" por las fuerzas de los países garantes.
El acuerdo comenzó a aplicarse el sábado a media noche (viernes 21H00 GMT), pero entrará realmente en vigor el 4 de junio, cuando estas zonas serán exactamente definidas, con una validez de seis meses renovables.
El texto, sin embargo, no prevé explícitamente si los combates deben concluir inmediatamente ya que ni el gobierno sirio ni los rebeldes anunciaron un cese de las hostilidades.
Además, unas horas después del inicio del proceso, se produjeron algunos combates y bombardeos esporádicos, con mucha menos intensidad que de costumbre.
Los principales enfrentamientos se produjeron en la provincia de Idlib (noroeste), partes del centro de Siria, en el sur y en el enclave de la oposición de Ghuta Oriental, cerca de Damasco.
En la provincia de Idlib, el cielo estaba tranquilo, indicó un corresponsal de la AFP el sábado por la tarde, aunque los habitantes estaban preocupados por si la noche traía consigo nuevos bombardeos
– Violaciones –
"Pese a esas violaciones, todavía puede decirse que la violencia disminuyó", apuntó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
Ni el gobierno sirio ni los grupos rebeldes firmaron el acuerdo.
Una fuente militar de Damasco dijo que el ejército había detectado infracciones pero que estaba esperando a que las zonas fueran delimitadas por completo.
– 2,67 millones de civiles afectados –
Además de la instauración de una tregua duradera, el acuerdo pretende mejorar la situación humanitaria y crear las "condiciones para hacer avanzar el proceso político", cuando la guerra ha dejado ya más de 320.000 muertos en seis años.