Las autoridades estadounidenses lanzaron 59 misiles de crucero tipo Tomahawk en torno a las 4.40 horas de este viernes, hora local, contra la base aérea del Ejército sirio de Shayrat, en la provincia de Homs.
El bombardeo de Washington, que se cobró la vida de al menos siete personas, también provocó graves daños materiales en la base aérea, según ha señalado las autoridades sirias.
Poco después de producirse el bombardeo, varios usuarios subieron a las redes sociales fotos y videos que muestran los efectos del bombardeo en varias partes de la instalación militar, informó RT.
El motivo aducido del lanzamiento de misiles es el ataque producido este martes en la ciudad siria de Jan Sheijun en el que, presuntamente, se habrían empleado armas químicas. Las informaciones estiman que se habría cobrado la vida de entre 58 y 100 personas.
Las autoridades rusas han criticado el ataque realizado por la Casa Blanca, alegando que Washington adoptó la medida antes siquiera de investigarse lo realmente ocurrido en Idlib. El presidente ruso, Vladímir Putin, y el canciller Serguéi Lavrov han afirmado que el lanzamiento de misiles norteamericanos tuvo "una excusa ficticia".
El ataque de misiles, la primera ofensiva directa de Estados Unidos contra fuerzas del presidente de Siria, Bashar Assad, fue condenado por los aliados de Damasco Rusia e Irán, pero bien recibido por la oposición siria y sus defensores, que expresaron su esperanza de que indicara un punto de inflexión tras seis años de devastadora guerra civil.
El ataque supone la orden militar más relevante de Donald Trump desde que asumió la presidencia de Estados Unidos y aumenta la implicación de Washington en el complejo conflicto sirio. El gobierno de Obama amenazó con atacar a las fuerzas de Assad tras ataques previos con armas químicas, pero nunca llegó a hacerlo. Trump pidió a "todas las naciones civilizadas" que se sumaran a Estados Unidos para poner fin a la violencia en Siria.
Unos 60 misiles Tomahawk golpearon la base aérea de Shayrat, al suroeste de Homs, una pequeña instalación con dos pistas de aterrizaje desde la que suelen despegar aeronaves para bombardear objetivos en el norte y el centro de Siria.
La oficina de Assad calificó los ataques de "temerarios" e "irresponsables". Las fuerzas armadas sirias dijeron que los ataques dejaron al menos siete muertos y nueve heridos. El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos con sede en Gran Bretaña dijo que entre los siete muertos había un general y tres soldados.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, vio el ataque como una "agresión contra un estado soberano en violación del derecho internacional", según su portavoz, Dmitry Peskov.
"La iniciativa de Washington asesta un golpe significativo a las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, que ya están en un estado deplorable", dijo Peskov. El vocero añadió que el ataque crea un "importante obstáculo" para crear una coalición internacional contra el terrorismo.
El Ministerio ruso de Exteriores anunció más tarde que suspendería un memorando con Washington, firmado después de que Rusia iniciara una campaña aérea en apoyo de Assad en septiembre de 2015. Dentro del acuerdo, los dos países compartían información sobre sus vuelos en el espacio aéreo sirio.
El Kremlin cuestionó más tarde la eficacia del ataque, señalando que sólo 23 de los 59 misiles habían alcanzado la base aérea. Los proyectiles destruyeron seis aviones sirios pero dejaron la pista de aterrizaje intacta, afirmó Moscú, que confirmó haber sido informada del ataque con antelación.
Una coalición liderada por Estados Unidos bombardea objetivos del grupo extremista Estado Islámico en Siria desde 2014, mientras que la fuerza aérea rusa ha atacado tanto a los grupos extremistas como a los rebeldes sirios para asistir a las fuerzas de Assad.
Apoyo y rechazo internacional
Arabia Saudí y Turquía, que respaldan a la oposición siria, celebraron el ataque, que Riad describió como una "decisión valiente" de Trump. Irán condenó la "peligrosa" operación, que calificó de "acción unilateral" y aseguró que complicará más la situación en Siria.
El ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, dijo que el gobierno de Assad "debe ser apartado del control de Siria tan pronto como sea posible, y la mejor manera de hacerlo es iniciando el proceso de transición".
Por su parte, el gobierno británico dijo que se le había informado con antelación del ataque y respaldó con firmeza la operación estadounidense.
Francia, Italia e Israel también valoraron el bombardeo de forma positiva.
Un grupo opositor sirio, la Coalición Siria, dijo que el ataque pone fin a una era de "impunidad" y debería abrir camino a una campaña más amplia contra Damasco.
Sin embargo, el gobierno sirio ha rechazado las acusaciones y acusa a los combatientes de oposición de haber almacenado las armas químicas. Rusia ha dicho que las sustancias tóxicas se liberaron cuando un ataque aéreo sirio alcanzó un arsenal rebelde de armas químicas a las afueras de Khan Sheikhoun, y que no deben atribuirse responsabilidades hasta haber completado una investigación.
BEIRUT (AP) —