Rusia constata desde hace meses la aparición en internet de misteriosos "grupos de la muerte" que incitan a adolescentes a suicidarse, un fenómeno que preocupa cada vez más a las autoridades.
La existencia de estos grupos en la popular red social rusa Vlontakte, revelada por el diario Novaia Gazeta en mayo de 2016, suscitó acalorados debates en una sociedad en la que el suicidio sigue siendo un tema tabú.
La información alcanzó tal magnitud, que el presidente Vladimir Putin exigió un endurecimiento de las condenas por incitación al suicidio, un delito castigado con penas de hasta tres años de cárcel.
Según Novaia Gazeta, entre los 130 adolescentes que acabaron con sus días entre noviembre de 2015 y abril de 2016 en Rusia, varias decenas lo hicieron incitados por "mentores" conocidos en grupos de internet cerrados, que rinden culto al suicidio.
Hasta la fecha, sólo uno de esos "mentores" tuvo que responder por sus actos. En noviembre, el comité de investigación de San Petersburgo anunció la detención de un tal Philippe Budeikin, de 22 años, acusado de empujar al suicidio a 15 adolescentes a través de Vlontakte.
Este estudiante de Psicología utilizaba distintos seudónimos en la red social, donde creó grupos virtuales con nombres misteriosos como "El mar de las ballenas" o "F57".
Poco antes de su arresto, Budeikin dio una entrevista a la prensa local en la que explicó sin rodeos su estrategia para atraer a los menores, a los que calificó de "desechos biodegradables" y "personas sin valor para la sociedad".
"Primero hay que crear grupos con contenidos deprimentes que te sumerjan en una atmósfera especial. Luego la gente llega al grupo cerrado a través de enlaces, y ahí es cuando empieza el juego", contó en esa entrevista.
El joven confesó haber incitado a sus víctimas a compartir información personal y a cumplir con determinadas "tareas", que consistían a menudo en automutilaciones.
"Sólo les expliqué a algunas personas porqué era mejor morir. Nada más. Ellas fueron quienes tomaron esa decisión, nadie las obligó", aseguró. "Limpiaba la sociedad de esas personas", añadió.
Novaia Gazeta asegura que algunos "grupos de la muerte" chantajean a sus miembros para que se suiciden, amenazándolos con atacar a sus familiares si no lo hacen.
'Leyenda urbana'
La noticia sobre la existencia de estos grupos ha tenido una gran repercusión en la sociedad, donde se registran 20 suicidios por cada 100.000 menores, una cifra más de tres veces superior a la media mundial, según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La delegada del Kremlin para los derechos de los niños, Anna Kuznetsova, anunció en marzo un aumento del 57% de la tasa de suicidios de los menores en 2016, y atribuyó este aumento a los "grupos de la muerte", sin revelar el origen de esas cifras.
El fenómeno parece haberse extendido hasta la vecina Ucrania, donde las autoridades informaron de un "importante" aumento de los suicidios entre los adolescentes.
La policía ucraniana, que bloqueó en marzo el acceso a 500 grupos de internet, asegura que recibe cada día "cerca de 70 avisos de huidas de menores" que, entre el 20 y el 30% de los casos, "estaban implicados en un grupo de la muerte".
A pesar de la conmoción provocada en las sociedades rusa y ucraniana, muchos expertos consideran que el fenómeno es menos importante de lo que parece y lamentan que unos casos aislados se hayan transformado en una especie de "leyenda urbana".
"No es la primera vez que se siembra el pánico con informaciones sobre un alza de los suicidios de menores (…) Las estadísticas no confirman" esa tendencia, dijo el demógrafo Evgueni Andreiev, citado por el diario Meduza.
Según la agencia rusa de estadísticas Rosstat, el número total de suicidios se ha reducido casi a la mitad desde 2005. Las cifras oficiales de 2016, incluidos los datos sobre menores, aún no se han publicado.