Cientos de cristianos devotos se reunieron en una pequeña capilla en la localidad de Unterflossing (Baviera, Alemania), luego de que Salvatore Caputa, un autoproclamado profeta, predijera la aparición de la Virgen María.
Caputa, proveniente de Sicilia (Italia), había asegurado que la Virgen haría su aparición en la capilla de San Lorenzo este sábado a las 16:30 de la hora local (15:30 UTC), recoge la radio alemana Deutsche Welle.
Más de 300 personas esperaron pacientemente durante horas cantando y orando pese al frío. Finalmente, a la hora predicha, Caputa cayó de rodillas, agarró las cuentas de su rosario y miró a lo lejos. Aunque a muchos feligreses no les quedó muy claro si en realidad había llegado la Virgen, otros afirman haber sentido un aroma de rosas, flor que se asocia con ella.
- Te puede interesar: El papa dice que el hombre que tiene sexo con una prostituta es un "criminal"
El autoproclamado profeta afirmó que durante ese lapso la Virgen María pidió a los presentes orar por la paz e hizo un llamado a "abrir sus corazones". El santo evento fue predicho por él en septiembre pasado, luego de asegurar que María había hecho ya dos apariciones en el sur de Alemania.
Por su parte, la Iglesia católica no reconoce a Caputa ni las supuestas apariciones y ha ordenado a los miembros del clero que se mantengan alejados de estas ceremonias para evitar dar legitimidad al fenómeno. No obstante, el Vaticano ha reconocido anteriormente otras apariciones en países como México, Francia, Portugal e Irlanda.
La fe de los creyentes prevalece en varias partes de América y Europa. Tal es el caso de un niño originario de Chinandega, un departamento al occidente de Nicaragua, quien agradeció un milagro a la Virgen María dada la celebración de la Gritería Chiquita.
El niño Nicasio Rafael Téllez, de 9 años, recorrió las principales calles de El Viejo en agradecimiento a la Virgen María, asegura que su abuelita se curó del padecimiento de diábetes, y lo atribuye a un milagro de la madre de Jesús.
Nicasio y un grupo de niños se trasladaban en un triciclo y con un cántico iban de altar en altar cantándole a la Virgen, un bocina destaca la melodiosa vos del niño devoto de la madre de Jesús.
