Londres, 5 feb (EFE).- Ethan Stable, un británico de 20 años, fue declarado culpable este lunes por un tribunal inglés de haber planeado un ataque terrorista con machete en un desfile de la comunidad de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales en el condado de Cumbria.
Stable, según las investigaciones policiales, había programado llevar a cabo un ataque terrorista en junio de 2017 en el pub New Empire, de la localidad de Barrow, en el citado condado de Inglaterra, donde se iba a celebrar un desfile de la comunidad LGBT.
Durante el proceso judicial, la defensa arguyó que el imputado había colgado comentarios contra esas personas en su página de Facebook con la intención de impresionar a sus amigos de la extrema derecha, pero que se "avergonzaba" de ello pues se considera bisexual.
Sin embargo, la corte británica declaró este lunes a Stables culpable de preparar un acto de terrorismo, de amenazar con matar y de posesión de explosivos.
El atentado, en el que el supremacista blanco pensaba emplear un hacha y un machete, se frustró al revelar algunos detalles en la citada red social.
Los agentes fueron alertados de sus planes por un miembro de un grupo de la extrema derecha, que leyó cómo el imputado había anunciado que se iba "a la guerra" y que había planeado "una masacre".
Agentes armados irrumpieron en el domicilio de Stables cuando éste salía en dirección al local nocturno donde pensaba ejecutar sus planes, justo antes de que comenzara la celebración.
El joven había llevado a cabo varias búsquedas por internet que delataban sus intenciones con preguntas del tipo: "cómo fabricar veneno químico", "cómo es la cárcel para un asesino" y comentarios como "quiero participar en una masacre".
También había expresado su odio abierto hacia la comunidad musulmana y los judíos, y había colgado otros mensajes sospechosos en su cuenta de WhatsApp: "Mi país está siendo violado" o "Igual me hago 'skinhead' y mato a la gente".
La policía encontró una esvástica colgada en el dormitorio del sospechoso así como un brazalete Nazi y, según relató su madre, se radicalizó tras un viaje a Alemania donde visitó a una mujer.
Su abogado le describió como una persona "solitaria e inadaptada", que sufría de una condición de autismo, mientras que él mismo afirmó que extremistas de la extrema derecha le habían "lavado el cerebro".
El joven está ahora siendo interrogado por la policía y se prevé que su sentencia se conozca el próximo lunes.