Santiago de Compostela (España), 16 oct (EFE).- La región española de Galicia (noreste), afectada en los últimos días por una ola de incendios que ha causado cuatro muertos, desactivó hoy la alerta por riesgo real para la población, según el último parte oficial del Gobierno regional gallego.
Según la fuente, este lunes se mantienen 27 fuegos activos; 48 ya están controlados; y siete estabilizados.
Los servicios de Emergencia destacaron que las lluvias generalizadas de las últimas horas en el noreste español y el moderado descenso de las temperaturas están facilitando las labores de extinción.
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En la vecina región de Asturias, también afectada, los incendios se han reducido a 21, desde los 35 que se contabilizaron ayer, informó este martes el Servicio de Emergencias regional.
Según la fuente, uno de los fuegos extinguidos hoy en Asturias es el que amenazaba la Reserva de la Biosfera de Muniellos, el mayor robledal de España y uno de los mejor conservados de Europa.
La mejora de la situación, tanto en Galicia como en Asturias, ha permitido el regreso de decenas de personas a sus casas, después de ser desalojadas por el peligro del fuego.
La ministra española de Agricultura, de visita en Galicia, hizo hoy un llamamiento a la sociedad para que sea "absolutamente intolerante" con las personas que prenden fuego a los montes, después de que ayer las autoridades consideraran que los fuegos de Galicia fueron provocados.
En contexto
Al menos 36 personas han fallecido en los incendios registrados desde el domingo en el norte y el centro de Portugal, según los últimos datos difundidos hoy por la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC).
A este balance, aún provisional, se suman 63 heridos, 16 de ellos graves, y 7 desaparecidos,dijo la portavoz de la ANPC, Patrícia Gaspar, en una rueda de prensa en la que dio a conocer las últimas informaciones sobre la nueva oleada de fuegos que azotan Portugal.
En estos momentos continúan activos 47 incendios en el país, de los que 26 están considerados de "importancia elevada", indicó Gaspar.
Cerca de 4.000 bomberos, apoyados por vehículos terrestres y medios aéreos, luchan contra las llamas, que han provocado el desalojo de numerosas aldeas y el cierre de carreteras.