Nuevos enfrentamientos estallaron este viernes en Hamburgo entre la policía y los manifestantes antiglobalización, que incendiaron algunos vehículos policiales, indicó la policía.
"Operación en curso contra personas violentas" indicó la policía federal en Twitter poco después de las 09H00 (07H00 GMT), algunas de las cuales lanzaron cócteles Molotov e incendiaron coches patrulla en el barrio de Altona, cerca de una comisaría, según la misma fuente.
Cuatro helicópteros de policía sobrevolaban la ciudad el viernes por la mañana, indicó una periodista de la AFP en el lugar, tras una noche marcada por enfrentamientos entre miles de manifestaciones y la policía, que dejaron más de 70 agentes heridos leves.
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El sindicato de la policía GdP condenó el viernes "los ataques masivos de grupos extremistas violentos" y denunció que los llamados Black Blocks — grupos de manifestantes vestidos de negro y con pasamontañas asociados al movimiento anarquista– "han confiscado las manifestaciones pacíficas".
Según las autoridades hasta 100.000 personas podrían salir a las calles de Hamburgo, donde este viernes tendrá lugar el esperado primer encuentro entre Vladimir Putin y Donald Trump.
Las autoridades han desplegado en Hamburgo cerca de 20.000 policías venidos de toda Alemania como medida antiterrorista y para evitar la violencia de las cerca de 30 marchas convocadas.
Protestas asfixian Hamburgo en vísperas de la cumbre del G20
Las manifestaciones contra la cumbre del G20 derivaron hoy (jueves) en disturbios violentos protagonizados por grupos de la izquierda radical y antisistema, en un Hamburgo asfixiado por el cúmulo de protestas convocadas ante la cita de los líderes de las países más poderosos del mundo, que se abre formalmente mañana.
La presencia de un millar de encapuchados en el grueso de la marcha bautizada como "Welcome to Hell" -"Bienvenido al infierno"- decidió a los efectivos antidisturbios a detener la manifestación y hacer uso de cañones de agua a presión para dispersarlos.
Los primeros incidentes ocurrieron poco después de arrancar la marcha, en la que participaban unos 12.000 manifestantes que llevaban concentrados en una popular plaza del barrio de St Pauli desde primera hora de la tarde, a la espera de iniciar su recorrido e intentar llegar a 300 metros del centro de congresos donde se celebrará la cumbre.
Se produjeron los primeros lanzamientos de objetos contra los antidisturbios, que actuaron para deslindar a los grupos de violentos del resto de manifestantes, en su mayoría pacíficos.
La policía informó a continuación de la quema de un automóvil y de la agresión sufrida por su portavoz, Timo Zill, cuando realizaba unas declaraciones a un medio, pero poco después comenzaron los incidentes más graves, con ataques a los agentes, barricadas y la rotura de escaparates y mobiliario urbano.
En un radio de 43 kilómetros cuadrados de casco urbano, entre el centro de congresos y los lugares donde se alojan las 36 delegaciones asistentes a la cumbre, además de las rutas previstas para sus desplazamientos, impera el veto a toda manifestación y sólo se permite el acceso a los vecinos acreditados como tales.
