El Congreso holandés ha aprobado una proyecto de ley para regular el cultivo de marihuana, que busca reducir las plantaciones clandestinas y eliminar una laguna legal en el país, donde el consumo en pequeñas cantidades está permitido en los "coffee shops" pero el cultivo está penalizado.
La Cámara Baja holandesa dio el martes luz verde al proyecto de Ley por una estrecha mayoría, 77 votos a favor frente a 72 en contra, que no tiene garantizada su aprobación definitiva ante una falta de apoyo en la Cámara Alta, según recoge el diario "Dutch News".
Los verdes de Groenlinks, los animalistas del PvdD, laboristas y socialistas han secundado la propuesta, rechazada en cambio por el VVD del primer ministro, Mark Rutte, la formación de extrema derecha PVV y los tres partidos Cristianos.
El proyecto, impulsado por la diputada socioliberal (D66) Vera Bergkamp, permitiría a los propietarios de los cafés destinados al consumo comprar marihuana a productores autorizados.
En Holanda, la venta está permitida en más de 600 "coffee shops" y la posesión de menos de cinco gramos es legal desde 1976, pero el cultivo y la venta mayorista están penalizados y en manos del crimen organizado.
En 2012 Holanda decidió endurecer la regulación del consumo al limitarlo solo a los ciudadanos con residencia holandesa, para evitar el turismo de los "coffee shops", una prohibición que no se aplica en Amsterdam y otras ciudades que se resistieron a acatar la normativa, introducida a raíz de un caso de venta ilegal a turistas en Maastricht.
Bergkamp defiende que, con esta nueva legislación, los propietarios de estos locales podrían suministrarse a través de "un sistema cerrado" con productores que dispongan de una autorización específica.
"Será mucho mejor para la salud de los ciudadanos si sabemos de donde viene la droga y podemos exigir mejores estándares de calidad", afirmó hace unos meses la diputada en un debate sobre el asunto.
Para los detractores de la propuesta, el cultivo vigilado de cannabis iría en contra de las normas internacionales y podría conllevar un aumento del consumo entre los jóvenes.
La policía holandesa desmanteló 5.856 plantaciones en 2015, unas 15 diarias, una cifra que representa una quinta parte del total del cultivo ilegal.
Una investigación de la holandesa Universidad de Radboud concluyó a principios de año que legalizar la producción de cannabis conllevaría "beneficios para la salud pública y los derechos humanos".
Así, el estudio comprobó que el cultivo de marihuana estaba vinculado a la violencia criminal, incendios, contaminación medioambiental y acústica, así como a la expansión de la bacteria de la legionela.