El escándalo sobre Harvey Weinstein tiene para más. Sin embargo, cada día aparecen nuevas noticias que oscurecen todavía más la sombra productor de Hollywood. El fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, ha revelado algunas informaciones sobre el juicio que no tienen desperdicio.
Se trata de un documento en el que se desvelan algunas de las malas prácticas que el que fuera marido de Georgina Chapman llevó a cabo con sus empleados. Y es que Weinstein llegó a tener a su disposición un equipo específico que se encargaba de facilitar sus encuentros sexuales.
Los chóferes de Harvey de Nueva York y Los Ángeles tenían que tener condones e inyecciones para la disfunción eréctil en sus vehículos a fin de dárselos según necesitara alguna de las dos cosas”, se puede leer en la demanda. Unas acusaciones que verifican “dos empleados de la compañía confesaron tener que encargarse de comprar vacunas para la disfunción y, uno de ellos, asegura que recibió un bonus de la compañía por tenerlas”.
El fiscal también ha explicado que existen una gran cantidad de quejas de los trabajadores de su productora que fueron ignoradas por el departamento de Recursos Humanos de la empresa. Los tratos vejatorios por parte del productor eran habituales. Así, ha trascendido la denuncia de una empleada a quien supuestamente dijo que debería dejar su puesto y tener hijos, ya que eso era para lo único que valía” o la de otra mujer que notificó que la había forzado a darle un masaje desnudo en el año 2015 y cuya queja nunca fue resuelta.
Para evitar que Weinstein pueda sacar beneficio de la venta de la empresa, Schneiderman ha interpuesto una demanda contra la compañía. De este modo, si el empresario consiguiera venderla, el dinero sería destinado a indemnizar a las víctimas. Una medida que garantiza que los empleados “estarán protegidos en el futuro” y que los cómplices y los autores de los delitos “no se enriquecerán injustamente”. Señalo La Vanguardia.