Algunos podrían pensar que Paris Hilton cumple a la perfección con ese estereotipo de la hija del magnate descerebrada. Y que todas sus decisiones responden a impulsos caprichosos incontrolables. Pero lo cierto es que no es así. Los economistas insisten en que las grandes fortunas son resultado de una vida más estoica y pragmática de lo que muchos imaginan. Y la celebridad siempre ha sido una experta en hacer de su vida un negocio.
Paris, como su amiga Kim Kardashian, siempre ha controlado a los medios a la perfección. Y ahora, la celebridad ha vuelto a demostrar que tiene la lección aprendida. Hace unos días, anunciaba al mundo que estaba prometida con su novio, el actor Chris Zylka. Los enamorados, que se encontraban esquiando en Aspen, se hicieron fotos y vídeos, en los que compartían su felicidad e incluso se atrevieron a representar el momento de la petición de mano.
En las fotos, el anillo de compromiso de Hilton resplandecía. Y por si alguien se lo preguntaba, pronto supimos que la joya, de 22 quilates, estaba valorada en 2 millones de dólares. Además, se había confeccionado a una velocidad récord -dos días-, a pesar de que el proceso suele durar casi tres semanas.
En cualquier caso, la versión oficial es que Zylka ha querido que su futura mujer luciese un anillo como el de su madre, Kathy Hilton, en forma de pera. Y que el actor se reunió con el magnate de los hoteles para pedirle la mano de su hija. Paris, entonces, escribió mensajes azucarados y redundantes, que venían acompañados de nuevas fotos, en los que hablaba sobre cuentos de hadas y una felicidad abrumadora.
Después, una fuente cercana a la pareja aseguró a la revista People que acababan de contratar seguridad privada para custodiar el anillo, siguiendo las enseñanzas de su amiga Kim Kardashian, que decidió trasladar todas sus joyas a un recinto constantemente vigilado, para no revivir la experiencia traumática de su asalto en París.
Pero, ahora, algunos se preguntan cómo ha podido Zylka pagar por un anillo con un precio tan desorbitado. Porque el actor, a pesar de formar parte del reparto de The Leftovers, aun no cobra grandes cifras como otros actores. Por eso lo más lógico es imaginar que podríamos estar ante un trueque (o una rebaja) de joyas por publicidad.
De hecho, el joyero Michael Greene, de Greene & Co ha realizado numerosas declaraciones a medios importantes en los que documentó cómo fue todo el proceso. Pero ahora, él mismo decide echar balones fuera. “No contaré cómo se pagó”, alegó. “¿Si se trata de una maniobra publicitaria? Bueno, esas son el tipo de cosas de las que no hablo”, zanjó Greene.
Sea como fuere, las cifras no mienten: el patrimonio de Zylka consta de 4 millones de dólares frente al de Paris, que asciende a 300, según informa la revista Page Six. Así que no parece una estrategia muy inteligente invertir la mitad de su capital en una joya.
Con todo, la representante de la pareja asegura que además de su faceta actoral, Zylka es también un artista de renombre. “Desde que expuso su obra en Art Basel, la gente ha empezado a interesarse por su trabajo y este se ha convertido en algo valioso y lucrativo”. Y por si no quedase claro, insistió: “Tiene clientes muy poderosos de todas las partes del mundo que siguen su obra”.
Pero cuando realmente eres un artista respetado, no necesitas proclamarlo a los cuatro vientos, ¿no?