Los Ángeles, 2 mar (EFE).- Un pandillero de la Mara Salvatrucha (MS-13) fue hallado culpable por el secuestro, violación y asesinato de una niña de 13 años ocurrido en el año 2001 en Los Ángeles, anunció este viernes la fiscalía en un comunicado.
Otros tres miembros de la pandilla, todos ellos hispanos, están siendo juzgados por el mismo crimen, que permaneció sin resolverse por más de una década.
La división de homicidios de la policía de Los Ángeles, en conjunto con la División de Narcóticos, descubrió nueva información que permitió la acusación de los pandilleros en 2012, informó hoy en un comunicado Paul Eakins, oficial de Información de la Fiscalía de Distrito del condado de Los Ángeles.
Jorge Palacios, de 39 años de edad, fue declarado culpable este jueves de un cargo de asesinato en primer grado, con el agravante de circunstancias especiales "de que el crimen ocurrió en la comisión de violación, actos lascivos en un menor y secuestro", señaló Eakins.
El acusado igualmente fue hallado culpable de un cargo de secuestro para cometer una violación con los agravantes de utilización de un arma y pertenencia a una pandilla.
- Te puede interesar: VIDEO: Tiburones de punta negra invaden costas del sur de Florida
El 28 de junio de 2001 el cuerpo desnudo de Jacqueline Piazza, de Whittier, al sureste de Los Ángeles, fue hallado en el Parque Elysian en Los Ángeles con dos disparos en la cabeza.
Otro jurado está considerando los mismos cargos contra Rogelio Contreras, de 40 años; Melvin Sandoval, de 38, y Santos Grimaldi, de 35.
Los cargos contra Grimaldi incluyen además el uso de un arma para cometer estos delitos.
La acusación de la fiscalía afirma que los pandilleros secuestraron a la menor la noche antes de ser hallada y la condujeron a una remota área del parque, donde abusaron de la menor y posteriormente la asesinaron.
Palacios, quien enfrenta una condena máxima de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, recibirá la sentencia en una audiencia programada el 11 de abril.
La Mara Salvatrucha se ha convertido en uno de los objetivos de la Administración del presidente Donald Trump, que ha reiterado en varias ocasiones que emplearán cualquier ley existente para sacar a la MS-13 de las calles del país.