Washington, 6 feb (EFE).- Una mujer que confesó haber asesinado con un cuchillo a sus dos hijos, asestando hasta 50 puñaladas a uno de ellos, alegó que se había tratado de un ritual que no funcionó, según informaron este martes medios locales.
Latarsha Sanders, de 43 años, afirmó a la policía que esa fue la razón por la que había acuchillado medio centenar de veces a su hijo de 8 años y, posteriormente, había atacado a su otro hijo de 5.
Las autoridades del estado de Massachusetts indicaron que Sanders había esbozado este argumento, un "ritual" que había fallado con la muerte del primer hijo, por lo que atacó también al segundo, según recogieron los medios locales.
Los cuerpos sin vida de los dos niños fueron encontrados en camas separadas este lunes en su apartamento de la ciudad de Brockton, en el estado de Massachusetts.
La llegada de la policía se produjo después de que la progenitora pidiera a un vecino que llamara a emergencias porque había tenido un problema médico.
Los mismos medios locales informaron que la abuela vio a los niños por última vez el pasado sábado y no fue hasta este lunes que las autoridades dieron con los cuerpos.
La mujer fue procesada hoy por dos cargos de asesinato y fue enviada a prisión sin fianza.
Por su parte, el fiscal del distrito de Plytmouth, Timothy Cruz, afirmó a los periodistas que aún no hay certezas de lo que llevó a Sanders a atacar a sus hijos, así como que no había pruebas de que el móvil fuera una ceremonia de vudú como, según algunos medios, han declarado miembros de su familia.
Por otro lado, este recién pasado sábado se realizó la ejecución de un hombre quién en el 2001 mató a balazos a sus dos pequeñas hijas para "vengarse" de su exesposa, madre de las menores, con quien se había separado y tenía una orden de alejamiento. El sujeto llamó a la progenitora de las niñas para que oyera cómo las asesinaba a sangre fría.
En el 2001, John Battaglia cometió un horrendo crimen al asesinar a sus dos hijas, de 6 y 9 años, y todo para vengarse de su exesposa. Mary Faith y Liberty fueron asesinadas el 2 de mayo de 2001 durante una visita que le hicieron a su papá en Dallas.